Según una investigación de la empresa de ciberseguridad UpGuard, fueron encontrados datos de millones de usuarios de Facebook almacenados en servidores de Amazon en la nube que estaban disponibles de manera pública y visible.
La empresa Cultura Colectiva, con sede en México, tenía guardados los registros de 540 millones de usuarios de Facebook, incluyendo nombre de la cuenta, reacciones, comentarios y números de identificación, según publicó el sitio de noticias Bloomberg.
Esa base de datos se cerró anteayer, luego de que la agencia alertara a la red social sobre este problema. Pero éste no fue el único caso. La base de datos de una app llamada At the Pool, que ya no está operativa, tenía el listado de nombres, contraseñas y correos de 22 mil personas.
UpGuard no pudo especificar durante cuánto tiempo la información estuvo expuesta, ya que la base de dato dejó de estar accesible durante el transcurso de la investigación.
Facebook compartió este tipo de información con desarrolladores externos durante años, antes de tomar medidas al respecto. Por eso, el problema de este almacenamiento público accidental podría tener consecuencias aún mayores.
UpGuard encontró 100.000 bases abiertas alojadas en Amazon para varios tipos de datos, algunos de los cuales espera que no sean públicos.
"La gente aún no se da cuenta de que estos administradores y desarrolladores de sistemas de alto nivel, las personas que custodian estos datos, están siendo arriesgados o perezosos", dijo Chris Vickery, director de investigación en UpGuard.
Hace un año se difundió el escándalo de Cambridge Analytica, que afectó profundamente a la compañía. En aquel entonces el punto en cuestión también fue la desprotección de datos privados.
Un vocero de Facebook dijo que las políticas de la compañía prohíben almacenar información de la red social en una base de datos pública. Una vez que se alertó sobre el incidente, la empresa junto con Amazon decidió eliminar las bases de datos.
Prisión a los difusores de violencia
Los directivos de redes sociales en Australia que no retiren de forma inmediata contenidos extremadamente violentos enfrentarán penas de tres años de cárcel o multas del 10 por ciento de su facturación anual, según una ley aprobada ayer por el Parlamento. Los cambios fueron adoptados tras el atentado del 15 de marzo contra dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, en la Isla Sur de Nueva Zelanda.