La suba de precios en setiembre afectó con más fuerza a los sectores de menores ingresos, ya que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) subió 2,2 por ciento y alcanzó un valor de 5.287,67 pesos, frente a una inflación general de 1,1 por ciento.
En tanto, la Canasta Básica Total (CBT) aumentó 1,2 por ciento y trepó a 12.637,53 pesos, variación que es casi la mitad de la registrada en la CBA.
El costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) determina los ingresos que debe reunir una familia para superar la indigencia, mientras que la CBT marca la línea de pobreza.
La CBA está compuesta sólo por alimentos básicos, al tiempo que la CBT incorpora una serie de servicios mínimos para el desarrollo mensual del grupo de estudio.
Los valores de 5.287 pesos y 12.637,53 pesos corresponden a las necesidades de ingresos para una familia tipo compuesta por un matrimonio y dos niños menores de edad.
La suba de la CBT en setiembre está en línea con la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que fue de 1,1 por ciento, pero el incremento de la CBA resulta casi el doble.
Esto responde a que la suba de los alimentos fue el principal componente que explicó el alza de IPC de setiembre y es el de exclusiva incidencia en el costo de la CBA.
En tanto, la anulación transitoria del aumento en la tarifa del gas, por el fallo de la Corte Suprema de Justicia, tuvo un efecto directo en la canasta básica total, pero ninguno en la alimentaria.
Según el INDEC los precios de los alimentos el mes pasado subieron 2,3 por ciento, contra 1,1 por ciento del promedio general.
Los incrementos más importantes se observaron en bebidas (4,3 por ciento), aceites y grasas (4,8 por ciento), verduras (2,1 por ciento), panificados (2 por ciento) y carnes (1,8 por ciento).
El salario mínimo vital y móvil en la Argentina desde el 1 de setiembre es de 7.560 pesos, lo cual implica que en caso que los dos integrantes mayores de la familia obtengan este sueldo podría ubicarse por encima de la línea de pobreza, siempre de acuerdo con los números oficiales.