Darjeeling: una delicadeza

El té obtenido de las plantaciones de Darjeeling en el India es uno de los de mejor calidad a nivel mundial.

Darjeeling: una delicadeza

Darjeeling es una ciudad de la India ubicada bajo los Himalayas, en el estado de Bengala Occidental y a más de 2.000 mts de altura sobre el nivel del mar. Puede que te resulte conocida por el film dirigido por Wes Anderson, “Viaje a Darjeeling” pero hoy la conocerás por otro motivo: el té.

La ciudad se levanta sobre las laderas de las montañas, así como las plantaciones de té. En el paisaje se entremezclan montañas, nubes, verdes campos y casas. Saliendo del caos de sus calles, encontramos “Jardines de té”, 87 plantaciones que dan origen al té de mejor calidad mundial.

Algunas se remontan a la época de la India Británica. Cada jardín tiene su propia historia e intenta generar la mejor calidad y el mejor sabor en cada una de sus cosechas.

Los más conocidos son los jardines Margaret’s Hope, Makaibari, Badamtam, Runglee Rungliot, Happy Valley, Thurbo y Castleton. Entre todas suman aproximadamente 17.500 hectáreas cultivadas.

Los primeros cultivos de té en Darjeeling se dieron a partir de semillas de Camellia sinensis traídas de la China por los británicos.

Cuando el Imperio perdió sus influencias sobre el comercio de té chino, se encontró con la necesidad de conseguir té en grandes cantidades y al menor precio posible.

Urgía, pues el té ya era una tradición en toda la región. En el territorio colonial de la India, plantar té era buen negocio.

El clima subtropical, la altura, las intensas precipitaciones y la acidez del suelo colaboran para que el té obtenido de las plantaciones de Darjeeling sea uno de los de mejor calidad a nivel mundial.

Pero no sólo los aportes de la naturaleza son responsables de las bondades de este té, sino también su procesamiento: aún se utilizan métodos de manufactura ortodoxos, no mecanizados, con cosecha manual llevada a cabo por mujeres donde la experiencia, intuición y delicadeza en el proceso permiten un mayor control de los procesos químicos que ocurren en la hoja, dando a este té sus características notas frutales entre otras.

La variedad más importante (en cantidad y calidad de producción) es la de té negro. Tiene denominación de origen, por lo tanto sólo se puede llamar "Darjeeling" al té que proviene de esa región y habitualmente nos referimos a un té negro. Se caracteriza por ser aromático y suave.

Como ya hemos referido en ediciones anteriores, no basta con tener una buena hebra de té: hay que respetar tiempos y temperaturas de infusión. A pesar de ser un té negro, el “Darjeeling” es delicado, por lo que recomendamos no superar los 90° C durante 3 minutos.

El color de la infusión es amarillo/ámbar, es altamente aromático, con notas frutales y florales. En boca es muy suave, dulce y con poca astringencia.

Las regiones de Assam y Nilgiri en India también son productoras de té, pero las características climáticas, de altura y suelo varían, generando tés muy distintos a los que se obtienen en la región de Darjeeling.

Sólo el té que tenga el logo de Darjeeling en el packaging certifica que tiene real origen en esa ciudad y está aprobado por la Junta India del Té.

Si bien es probable que no viajes a la India, te invitamos a trasladarte a través de una taza del mejor té (el "champagne" de los té) y música ambiental mientras leés "El Cielo sobre Darjeeling", de Nicole Vosseler. 

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