“Truman” resultó la gran ganadora de los premios Goya, cuando se alzó con cinco estatuillas que incluyeron mejor película, mejor dirección y mejores actuaciones protagonista y de reparto, para el argentino Ricardo Darín y el español Javier Cámara, respectivamente.
A pesar de que no figuraba inicialmente entre las favoritas, pues partía con seis nominaciones en lugar de las 12 y nueve de “La novia” y “Nadie quiere la noche”, la película de Cesc Gay rozó el pleno y se llevó los galardones de mayor peso en la 30ma edición del certamen.
En el filme, Darín da vida a un hombre que padece una grave enfermedad y se ha cansado de luchar, mientras que Cámara hace de un amigo íntimo que acude a visitarlo con la intención de hacerle cambiar de opinión. La excelente química entre ambos actores sin duda impulsó el gran triunfo final de “Truman”, que acabó con la sequía de Darín en los Goya tras tres nominaciones previas sin galardón.
“Gracias, estoy muy contento y feliz por esto. Ha sido un trabajo formidable conducido por Cesc Gay, pero ni las películas ni los actores competimos entre nosotros”, declaró Darín, quien dedicó el premio a su padre y se reservó un mensaje para la clase política: “Señores, hagan algo por la cultura, que es lo único que hay que hacer”.
Cámara recogió la primera estatuilla de la noche para “Truman”, que también celebró el premio al mejor guión original. “Soy un privilegiado por haber compartido cada plano, cada mirada con Ricardo Darín, que es un actor excelso”, declaró Cámara en su discurso de aceptación. “Le doy las gracias a la gente joven y todos aquellos actores de reparto que nos aleccionan”, dijo.
“Nadie quiere la noche”, una épica aventura en el Polo Norte protagonizada por la francesa Juliette Binoche, siguió la estela de “Truman” con cuatro estatuillas: mejor música original, mejor maquillaje y peluquería, mejor diseño de vestuario y mejor dirección de producción.
La otra argentina
"El clan" derrotó en su categoría a la chilena "La once", de Maite Alberdi, la peruana "Magallanes", de Salvador del Solar, y la cubana "Vestido de novia", de Marilyn Solaya.
“Las coproducciones permiten producir películas que no son siempre son fáciles y acercan talentos de las dos partes del océano. Y concretamente las iberoamericanas, a través de un vehículo maravilloso, la lengua española, acercan una cultura común”, expresó la productora Esther García, quien aceptó la estatuilla en ausencia de Trapero.
Las demás categorías
El Goya a la mejor actriz protagonista fue para Natalia de Molina por su interpretación de una madre soltera en situación económica límite en "Techo y comida"; el de mejor actriz de reparto fue para Luisa Gavasa por su labor en "La novia", que además ganó en el apartado de dirección de fotografía.
Irene Escolar obtuvo el Goya a la mejor actriz revelación por "Un otoño sin Berlín" y Miguel Herrán el de mejor actor revelación por "A cambio de nada", cuyo realizador, Daniel Guzmán, se llevó el premio a la mejor dirección novel.
La francesa “Mustang”, de Deniz Gamze, se quedó con el de mejor cinta europea.
El popular cantautor español Pablo Alborán se alzó con el premio a la mejor canción original por “Palmeras en la nieve” con Lucas Vidal, quien también fue galardonado por la música original de “Nadie quiere la noche”.
El premio a la mejor película de animación fue para “Atrapa la bandera”, dirigida por Enrique Gato.
Con dos directoras (Paula Ortiz e Isabel Coixet) y otras artistas nominadas, la presencia de mujeres en los Goya fue la más relevante de sus tres décadas de existencia.
“Si algo tenemos en común todos los que estamos aquí es que amamos el cine y venimos del vientre de nuestra madre. El cine también gana cuando le damos espacio a las mujeres, que somos muchas”, expresó entre sollozos De Molina al aceptar su trofeo.
El Goya de Honor, un premio a la trayectoria, recayó en esta ocasión en la figura del director y guionista español Mariano Ozores.