Dante “Chiche” Zaina nos recibe en el complejo Arena Maipú cerca del mediodía. Mientras comienza a contarnos algunas anécdotas sobre su vida nos invita a tomar un café. A los pocos minutos comenzamos la entrevista con uno de los últimos “bohemios” que quedan a nuestra provincia.
-¿Quién es "Chiche" Zaina?
-Un tipo al que la suerte lo ha ayudado mucho. Dios me dio una gran mano para que pudiera ser quien soy.
-¿A qué edad comenzaste a trabajar?
-Desde muy chico siempre tuve la visión de hacer negocios. A los 23 años ya tenía un campo en Santa Fe y me dedicaba a eso y a las carreras de autos. Vivía en Buenos Aires pero viajaba todo el tiempo para atender el campo.
-¿Qué tenías en ese campo?
-Teníamos animales y habíamos plantado trigo. En esa época aún no estaba el auge de la soja.
-¿En qué categoría de autos participabas?
-Corría en Fórmula 2, eso era en Buenos Aires. En esa categoría estuve durante cinco años.
-En el medio creaste las "picadas" de autos en Mendoza...
-En realidad no eran picadas. Eran carreras nocturnas que se disputaban en el Autódromo General San Martín. Eso marcó toda una época. Teníamos carreras los viernes y los sábados. En ese momento llegábamos a convocar hasta a 30.000 personas. Ése era un número muy importante, si tenemos en cuenta que en ese momento nuestra provincia tenía 800.000 habitantes. Los viernes eran muy populares. Los sábados iba más gente de la alta sociedad mendocina. Yo, por supuesto, participaba en los dos grupos. Eso fue en 1972 aproximadamente.
-¿Eso te llevó a correr en autos profesionalmente?
-Sí, fue algo así. Un fin de semana había una carrera de Sport Prototipo en el autódromo y unos empresarios de Buenos Aires fueron a ver las carreras nocturnas. Ahí me contactaron y me ofrecieron irme a vivir a Córdoba. Yo ahí tenía 19 años y por supuesto que acepté la propuesta. En esa época corría para el equipo Ford. Allí estuve unos años y al tiempo pasé a Fórmula 2. Ahí corría para el equipo oficial de Dodge.
-Correr en autos ¿había sido tu sueño?
- Estar ahí era algo muy especial. Es como si a un jugador de fútbol le toca vestir la camiseta de River o de Boca.
-¿Hiciste muchos amigos en el automovilismo?
-Muchísimos. Recuerdo a “Cocho” López, a Miguel Ángel Guerra y a Jorge Recalde. Con Recalde, justamente, luego fuimos compañeros, en 1972, en el Rally del Sur. Pero al margen del automovilismo he ido sembrando amigos por todos lados, a lo largo de mi vida. Yo no me considero un empresario de escritorio. Siempre disfruté más de la bohemia y de viajar.
Su Maipú natal
-A lo largo de tu trayectoria siempre has ayudado al crecimiento de Maipú...
-Nunca dejé a Maipú de lado. Tengo una pasión muy grande por este departamento. Además siempre hemos tenido la suerte de tener buenos dirigentes, independientemente de sus colores políticos. Todos han colaborado. Maipú es una especia de isla en ese aspecto. Personalmente siempre he recibido mucho apoyo de la clase dirigente para desarrollar mis proyectos y eso ha sido muy importante.
-¿Cuántos barrios privados has desarrollado en Maipú?
-Son cinco en total. Me he dedicado mucho al tema de los barrios y también a levantar lo que era la bodega Furlotti. Yo nací en esa bodega y pienso morirme ahí. Creo que de alguna manera eso es ser consecuente en la vida. Muy poca gente logra morir donde nace. Mi abuelo trabajaba en esa bodega y luego, en el tiempo, Eduardo Furlotti (NDR: reconocido empresario mendocino que falleciera el año pasado en un accidente) y yo volvimos a comprarla.
-También sos un apasionado del vino...
- Totalmente. Nací entre medio del vino, los obreros y todo lo que era el movimiento y la maquinaria de la bodega. En esa época había sólo cinco o seis bodegas líderes en Mendoza.
-¿Qué te parece el vino argentino de la actualidad?
-Viajando por el mundo me encuentro con muchos vinos argentinos. Antes había sólo vinos chilenos y ahora hay muchos vinos nuestros en gran cantidad de países. Yo no soy un economista pero veo que la provincia está muy bien orientada en ese tema.
-¿Y que opinás de los enólogos jóvenes que ganan tantos premios con nuestros vinos?
-Ellos son una gran alternativa para la Argentina. Hoy son reconocidos en muchos lugares del mundo y eso es muy importante. Creo que también la tecnología los ha ayudado. Es como todo. En todos los aspectos de la vida está lo nuevo y también lo viejo.
-En Maipú te conoce mucha gente, ¿en algún momento pensaste en dedicarte a la política? ¿Te lo han propuesto?
-Desde todos los partidos, más de una vez, me han insinuado el tema (risas), pero yo no soy político. No sirvo para eso. Yo creo que para cada cosa se nace. Y como es algo que no llevo adentro, no lo haría jamás en mi vida.
-¿Es cierto que una vez compartiste un almuerzo con Paul McCartney y te cantó un tema?
-Eso fue en Buenos Aires cuando Paul McCartney vino a la Argentina, hace 20 años o más. La embajada inglesa, en ese momento, buscaba arrendar un casco de estancia a menos de 100 kilómetros de la Capital Federal y el más lindo de ese momento y de la actualidad es el de Eduardo Furlotti y lo alquilaron. Entonces McCartney se alojó ahí por cuatro días. Yo, en ese momento, estaba en el campo y en uno de los almuerzos que tuvimos le pedimos que nos tocara un tema. Éramos un grupo muy chico de gente. Había más helicópteros y custodios que otra cosa. Y él accedió a cantarnos. Fue algo muy especial. No lo podía creer.
El proyecto Arena Maipú
-¿Cómo surgió el Complejo Arena Maipú?
-Yo tenía los terrenos desde hacía bastante tiempo y también el desarrollo. Pero la verdad es que no avanzaba porque no estaban los inversionistas. En Mendoza era muy difícil encontrar empresas que pudieran aportar el capital que hacía falta. Este complejo es un orgullo nacional. No hay muchos espacios así en el país. Cuando terminé de tener clara la visión del proyecto me contacté con unos amigos de Buenos Aires e iniciamos Arena Maipú.
-¿Cuántos años se demoró la realización del proyecto?
-Desde que tuve la idea hacen siete años. Pero el desarrollo se plasmó todo en tres años.
-Más de uno te dijo que estabas loco por pensar en hacer Arena Maipú...
-Sí, totalmente. Cuando empecé con los primeros barrios privados también. Me preguntaban cómo iba a traer barrios privados a Maipú. Y hoy es el departamento que tiene más barrios privados en la provincia. Al primero lo hice en 1990 y en esa época había muy pocos. Sólo el Dalvian y se estaba iniciando Palmares.
-¿Qué significa ser el presidente de Arena Maipú?
-Para mí es una satisfacción muy grande verlo funcionando. Creo mucho en este complejo. Los socios de este proyecto son brillantes empresarios y gente de mucha palabra. Ahora estamos esperando la apertura de las salas de cine. Van a ser las más modernas de Argentina. Vamos a inaugurar en junio.
-¿En algún momento imaginaste que ibas a generar tantas cosas en tu vida?
-Yo no busqué las cosas. Yo creo mucho en Dios y él me ha puesto muchas cosas en el camino. Yo no soy una persona que anda buscando negocios. Mi vida es mucho más bohemia que de empresario. Tengo muchos amigos que confían en mí y eso ha generado muchas actividades. Yo nunca he defraudado a nadie y espero no hacerlo nunca. Eso me ha ayudado a crecer. El apoyo de mis amigos siempre ha sido muy importante.
-¿Qué es lo que más disfrutás de tu día a día?
-La pasión de mi vida es viajar y conocer países. Hoy además estoy muy bien acompañado por mis hijos y, sobre todo, estoy muy contento con lo que hago.