Cualquier mujer que haya tenido la posibilidad de representar a su departamento o a la provincia como reina vendimial asegura que esa experiencia marca su vida para siempre. Sin embargo, tras un año de actividades, compromisos y responsabilidades, algunas de las que no lograron tener los atributos nacionales suelen quedar en el olvido.
Pero otras de esas mujeres siguen sus caminos con logros trascendentales que, en ocasiones, no llegan a oídos de los mendocinos. Tal es el caso de Danisa Herrera, reina de la Vendimia de Rivadavia 2006, quien hoy es profesora y directora de Los Únicos, grupo de danzas folclóricas dependiente de la Cámara de Diputados de la Nación y que tiene como principal objetivo la inclusión.
La joven, que hoy tiene 32 años, comenzó a bailar folclore cuando tenía 3, influida por sus padres (ambos bailarines). Hasta ha participado de varias fiestas departamentales y en dos vendimias nacionales.
Fue ese amor por la danza el que la llevó en 2010 a dejar su tierra natal para poder estudiar Licenciatura en Folklore con mención en danza folclórica, en la Universidad Nacional de Arte (UNA), de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La semilla del cambio
Para sostener su estadía allá, trabajó como secretaria en la Cámara de Diputados de la Nación y luego en la Dirección de Cultura de dicho cuerpo legislativo. "Cuando fui delegada de la Asociación de Personal Legislativo (APL), propuse armar una peña para mostrar el verdadero federalismo. Ahí me encontré con compañeros con discapacidad que no conocía", recuerda.
Entonces, ocurrió algo que la marcaría: "Al verlos bailar un carnavalito sentí un cambio dentro de mí y quise armar un grupo de danzas con ellos. Lo propuse y me dieron el visto bueno con la condición de que fuese integrado por personal legislativo", detalla.
Eso fue en diciembre de 2015 y, desde entonces, el equipo de bailarines ha ido creciendo y perfeccionándose, con el objetivo de ser profesionales. Hoy, son 12 los integrantes de Los Únicos: la mitad tiene discapacidad (mental e intelectual) y la otra, no.
El nombre del ballet surgió de uno de los integrantes. En ese momento Danisa no dimensionó lo representativo que era, pero con el tiempo se dio "cuenta de que justamente somos todos únicos", reflexiona la rivadaviense.
Consagración
Si bien cuando todo empezó no se imaginaban hasta dónde llegarían, empezaron a tener propuestas para actuar en colegios y festivales. "El año pasado nos invitaron al Festival Nacional de Folklore de Cosquín, un sueño de todos nosotros", dice orgullosa.
Gracias a eso Danisa comenzó a recibir una pequeña retribución por su trabajo frente al conjunto, aunque asegura que su motivación es otra. Sobre esto, agrega: "Es impresionante todo lo que se vive en el grupo, somos una gran familia. No hay jerarquías, todos aprendemos de los demás".
Han asistido a festivales de Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos, pero el deseo de poder traer a Los Únicos a Mendoza sigue sin cumplirse. "Me encantaría poder venir a mi provincia y mostrar lo que hacemos", confiesa la joven.
Un dato a tener en cuenta es que Danisa es hermana de Martín Herrera, malambista del conjunto El Picahueso Malambo, que el 19 de enero se consagró campeón del Pre Cosquín en esa categoría.
Fiel a sus orígenes, Danisa Herrera sigue la fiesta de la Vendimia a pesar de llevar casi 10 años viviendo en Buenos Aires.
Por ello, siente que aún le falta un poco más para lograr una verdadera integración: "Veo que hay un montón de escenarios en los que hay artistas sin discapacidad y uno solo en el que juntan a todos los que tienen silla de ruedas, les falta una extremidad o tienen cualquier otro tipo de discapacidad", reflexiona.
A su entender, "falta integrarlos realmente con todos los artistas". No obstante, aclara que "no es una crítica con mala intención", sino una sugerencia para "llegar a ver una Fiesta de la Vendimia con inclusión verdadera". "El desafío es aceptar al que es diferente. No es lo mismo tolerar que integrar", concluye.