Daniel Quiroga: “Tengo miedo de que la gente no se ría”

El actor estrena “Miedos”, su nuevo unipersonal, donde aborda desde la risa los temores que tanto nos atormentan. Con más de tres décadas de oficio, es un referente en la escena que sigue apostando al humor. Hoy, en el teatro Plaza. Sus ganas de hacer cin

Daniel Quiroga: “Tengo miedo de que la gente no se ría”
Daniel Quiroga: “Tengo miedo de que la gente no se ría”

A las corridas, ajustando los detalles para el estreno. No es sencillo, se presentan inconvenientes técnicos, de producción, y en el medio la ansiedad y los nervios de estrenar una nueva obra.

Pese al trajín, Daniel Quiroga conserva el buen genio, ese humor que lo mueve arriba y abajo del escenario. Y el que esta noche sabrá sortear en “Miedos”, el unipersonal con que se sube al teatro Plaza.

“La presión de estrenar en el Plaza es grande. No es lo mismo que actuar en un espacio reducido. Por una inconsciencia mía decidí hacerlo allí, porque me pareció bueno estrenar en una sala grande y que eso misma sirva para la continuidad de las otras funciones”, dice Quiroga sobre su gran apuesta.

Un actor de acción
Con 34 años de oficio, el actor sigue en constante aprendizaje. Referente del humor en el teatro local, Ernesto Suárez fue su escuela. Y además de maestro, un compañero y amigo con el que sigue compartiendo escena.

Entre los clásicos que siguen en cartel como “Educando al Nene” o “El Trámite”, Daniel Quiroga no se queda en el tiempo y continúa con su máquina creativa.

Ahora, el miedo es el tópico central que eligió para su nuevo espectáculo. Grandes, pequeños, difíciles de superar, los temores existen, y desde esa observación  cotidiana, el artista plantea en escena un abanico de posibilidades, siempre tomando al humor como el medicamento perfecto para superarlos.

“Desde la observación con la gente, y la madurez tomé conciencia de lo que nos sucede, y el miedo es un factor importante en nuestro actuar, que a veces no nos permite continuar”.

-Y vos, ¿a qué le tenés miedo?

-A que no se ría el público. Es un gran temor. Hace humor no es fácil, porque tenés una relación constante con el espectador a través de la risa. Y si la gente no recibe ese gags es un impacto muy fuerte en tu sensibilidad. Y hay que ajustar un ritmo que en el humor lo desconoces, hasta que toma vida en el escenario.

-Para vos manejar lo corporal es mucho más sencillo que la retórica. En tus últimas obras trabajás más sobre el texto, ¿lo tomás como un desafío?

-No lo tomo como un desafío artístico, si no personal, de poder seguir manejando la retórica. Por otro lado, es un código más cercano a la gente. Es distinto cuando hacés un trabajo con lenguaje corporal que es más reducido el público, yo no podría hacer 50 funciones como hago en el año.

-¿Hubo un clic después de tu actuación en "Otelo"?

-Para mí fue un desafío muy grande. Significó muchas cosas. La idea de mostrar que más allá de la risa soy un actor, y que la calidad de actor se puede ver en un drama, una sátira, una comedia. Demostrárselo al público y a mí.

Siempre dije que para poder hacer Shakespeare había que llevar a la gente a un punto que acepte la propuesta. Si lo hacía hace veinte años seguramente me iba a salir mal, por mi falta de experiencia y quizás el público no me acompañaba.

En su derrotero artístico, Daniel Quiroga supo explorar al máximo el género de la pantomima y el clown. Un aspecto que prefirió guardar en el baúl y asumir otros proyecto, como el drama y la comedia. “La mueca que somos”, una de sus últimas obras que comparte Cristian Di Carlo, le permitió forjar una estrecha relación con el actor, quien formar parte de la dirección de “Miedos”.

Después de muchos años, su sostén es subirse al escenario. Dejó la docencia de lado, y ahora puede disfrutar del privilegio de vivir de la actuación.

Pero no se conforman con llenar el teatro Los Angelitos con los clásicos. Como hombre de acción el lugar de confort no le simpatiza.

-Después de tantos años de oficio, ¿cuál es tu visión del teatro local en la actualidad?

-Cuando empezamos éramos cuatro, en el 83' cuando volvió la democracia. Los que empezábamos, los grandes que estaban  y los que volvían del exilio. Y a partir de ahí fue creciendo, y hoy hay un montón de gente haciendo teatro. Trato de estar cerca de esa gente más joven, porque también entiendo que ellos pueden aportar un montón y desde otra visión. Porque son otra generación.

En mi próximo proyecto voy a trabajar con Manuel García Migani; trabaja muy bien, es responsable. También nos diferencian esas cosas. Nosotros trabajábamos de otra forma, menos pulida.

-Como referente de la pantomima y el clown, ¿creés que es un lenguaje que no atrae al público actual?

-Creo que hay cosas que se ponen de moda, como el Stand Up. Yo hice “Agarrate Catalina” en el año 2000 y no había stand up, y yo ni sabía que era eso y ya lo estaba haciendo. Igual sucedió con el clown, no con la pantomima porque es un género muy específico. Pero sí con el clown, porque está cercano a lo lúdico y es la desfachatez total de un personaje, y lo podés trabajar más de lo teatral. Pero lo otro es más específico.

-¿Cuáles son las falencias que percibís en el ambiente artístico mendocino?

-Creo que falta unión de los artistas para  poner propuestas que nos incluyan a todos, y generar un público. Porque público todos tienen. Pero sigue la idea del esfuerzo, hacer todo a pulmón, y no existe la figura del productor que sería súper interesante. Yo funciono como productor y es agotador. Más allá de lo personal, creo que hay ciertas políticas culturales que no apoyan a los artistas independientes.

No creo que la inclusión pase por cobrar barata una entrada. La realidad es que cuando la gente tiene interés va a ver lo que quiera. No pasa por lo económico, si no generar un interés, que la gente se acerque al teatro, que lo entienda. También saber que el tema de la publicidad no es un gasto, si no una inversión.

-En cuanto al humor hay una renovación de propuestas en Mendoza, ¿cuál es tu visión?

-Lo único que respeto es cuando se nota que hay trabajo. El resultado es subjetivo, para mí, para el espectador. Cuando una obra está trabajada eso ya se merece un respeto, porque es un trabajo. De ahí que te guste es otra cosa, porque cada uno lo recibe de manera distinta. Por ejemplo “Educando al nene”, es una obra que gusta.

Pasan los años y la gente lo sigue viendo, pero no significa que sea la fórmula del humor. Eso funciona porque llevamos 20 años haciéndola. Nos conocemos con Ernesto y hay una organicidad del trabajo que constantemente parece improvisado.

-Después de este estreno, ¿cuáles son tus objetivos?

-Siempre sueño con el espectáculo perfecto, pero todavía no lo he logrado.

-¿Te gustaría hacer cine?

-Me encanta, pero no me llaman (risas). Siempre pongo en el Facebook que me convoquen, lo hago gratis si quieren. Me parece tan bonito, es como entrar a un juego rápido de hacerlo ya. Son otros códigos, otro tipo de actuación.

La ficha

"Miedos" con Daniel Quiroga
Dirección:
Daniel Quiroga y Cristian Di Carlo.
Día y hora: hoy, a las 22.
Lugar: Teatro Plaza (Colón 27).
Entrada: $80, anticipadas en boletería del teatro.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA