Daniel Orsanic, el capitán que ha guiado a Argentina a un histórico primer título en la Copa Davis, creció rodeado de tenis: su padre Branko es uno de los profesores de referencia que dieron impulso al tenis argentino.
Desde muy pequeño, la vida de Daniel iba dirigida al tenis, el deporte con el que creció, rodeado de raquetas y pequeñas pelotas. Branko Orlovich, el padre de Daniel, era conocido por todos en el ambiente del tenis argentino e incluso llegó a entrenar a José Luis Clerc, el hombre que junto con Guillermo Vilas disputó la primera final de Davis de Argentina, en Estados Unidos en 1981.
Con ese ADN, no era raro que Daniel terminara jugando al tenis. Empezó con 9 años y en categoría individual no consiguió nunca entrar entre los 100 mejores del mundo, teniendo el 107º lugar como mejor posición. Una pubalgia le tuvo varios meses de baja en 1997 y eso cortó su progresión.
Pero donde sí se hizo un nombre fue como doblista, llegando a ser número 24 del mundo en 1998. Ganó ocho títulos de dobles y alcanzó dos veces las semifinales de Roland Garros, en 1997 haciendo pareja con Lucas Arnold Ker y en 2000 con Jaime Oncins.Tras su carrera como tenista, como digno heredero de su padre Branko, pasó a la docencia y a ser entrenador.
Dirigió, entre otros, a su compatriota José Acasuso, que bajo su tutela se desarrolló como doblista y tuvo sus mejores momentos. En 2014 fue designado director de desarrollo de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) y meses después asumió ya la capitanía del equipo de Copa Davis, una apuesta que se ha revelado totalmente exitosa.
Daniel Orsanic fue antes, para muchos Daniel Orlovich. Por sus venas corre sangre croata, precisamente del país donde se ha coronado en la Copa Davis.
“Tengo sangre croata, pero que no queda ninguna duda que tengo la bandera argentina bien puesta”, llegó a decir en septiembre tras eliminar a Gran Bretaña en semifinales y conocer que Croacia iba a ser el adversario de la final.
¿Orlovich u Orsanic?
Con madre argentina, su padre Branko salió muy joven de Croacia, huyendo en los años de la Segunda Guerra Mundial con su familia, ya que su padre era diplomático.
Por seguridad cambiaron entonces el apellido a Orlovich y tras un periplo terminaron en Italia, desde donde a través de unos religiosos se los ofreció la posibilidad de emigrar a Argentina en barco.
Así llegó Branko al país sudamericano y conservó ese apellido ficticio que les ayudó a escapar. Daniel optó luego por el original y por separarse un poco de la sombra de Branko. Con la llegada de Orsanic a la capitanía de la Copa Davis llegó también la paz para Juan Martín Del Potro, enfrentado con los responsables anteriores. Este año, 'Delpo' volvió al equipo nacional tras casi cuatro años de ausencia.
Con la conquista de la Davis, los jugadores argentinos tienen ya permiso para mirar el trofeo: por superstición, la prensa argentina publicó en los últimos días que había dado indicaciones a sus pupilos de mirar lo menos posible la 'Ensaladera' para no obsesionarse con ella y para que no diera mala suerte.
El nombre de Argentina, después de cuatro finales perdidas anteriormente (1981, 2006, 2008, 2011), quedará grabado en la peana del trofeo y el de Daniel Orsanic en la historia del tenis albiceleste.