Imaginar y experimentar para que el futuro llegue a nosotros. Esa podría ser una muy sencilla y reducida explicación de la profesión de Daniel Gandolfo (38), un mendocino que hace 13 partió hacia San Juan con el objetivo de forjar su vida académica al calor del estudio y la capacitación constantes. Y su esfuerzo y sacrificio fueron reconocidos por el gobierno de esa provincia el mes pasado ya que ganó, junto a su director de investigación, el premio Domingo Faustino Sarmiento 2019 como mejor tesis doctoral en toda la Universidad Nacional de San Juan.
El trabajo de investigación que realizó junto a Héctor Patiño, su director, se titula "Estrategias de control de vehículos aéreos no tripulados para mejorar su autonomía energética" y aborda la optimización energética de robots aéreos: "En la última década los drones tuvieron una proyección muy grande desde el sector militar al civil, porque se convirtieron en herramientas con de valor agregado para otras actividades. Estos dispositivos pueden usarse para la búsqueda de personas en situaciones de catástrofes o en actividades productivas como la agrícola. De hecho hoy se compran en internet drones para aplicar fertilizantes en cultivos", detalló Gandolfo a la hora de explicar la aplicación de su estudio.
“Uno de los principales problemas de los robots aéreos es la limitación en su uso por la corta autonomía energética para volar que tienen. Por eso la tesis aborda esta cuestión desde la estrategia de control, optimizando o haciendo rendir al máximo la autonomía de energética”, enfatizó.
Y si bien el científico reconoce que se ha avanzado mucho en el desarrollo de distintos acumuladores o baterías que han extendido la autonomía en diversos artefactos, el problema radica en que el consumo de energía ha ido en aumento junto con la creciente demanda. Por eso la investigación se focalizó en la eficiencia del consumo ya que trabajaron con un algoritmo de control "que tiene en cuenta variables para hacer que la energía rinda más en los vehículos aéreos".
Un viaje por la ciencia que comenzó en San Martín
Daniel Gandolfo es oriundo del departamento de San Martín. El colegio secundario lo hizo en la escuela técnica Ing. Antonio Marcelo Arboit y, cuando los concluyó en el año 2000, y si bien en un comienzo su idea era estudiar ingeniería eléctrica en San Juan -allí la carrera es estatal- luego se decidió por ingeniería electrónica en esa provincia.
En el 2006 se recibió y pasó a trabajar en la actividad privada hasta el 2010, cuando retomó los estudios e inició el doctorado en Ingeniería de Sistemas de Control gracias a una beca del Conicet.
“Es un doctorado muy abocado a la robótica y a los sistemas de control automáticos, está más relacionado a mecanismos y sistemas que funcionan de forma autónoma con algún grado de inteligencia”, detalla Daniel.
“Cuando hoy pensamos en robots humanoides debemos tener en cuenta que estos dispositivos tienen un sistema de control que permite su funcionamiento autónomo. Lo que hacemos nosotros es el modelado matemático y la electrónica, que le brindan autonomía a ese mecanismo en cuanto a las decisiones que tomas”.
En el 2015 se doctoró luego de presentó su tesis sobre estrategias para mejorar la autonomía energética en vehículos aéreos no tripulados. Esa misma tesis es la que a mediados de agosto le permitió ser reconocido entre varios científicos de toda la universidad.
Hoy Daniel es investigador del Conicet y es investigador en el Instituto de Automática de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan. Además es docente en la carrera de grado de Electrónica y en el posgrado donde se graduó. Y aunque el galardón recibido es un motivo de alegría, también reconoce que la crisis golpeó fuerte a la actividad científica argentina: “En este contexto se te cruza por la cabeza irte a Chile o Brasil, para sacarle el jugo a los 11 años de estudio. He tenido ofrecimientos para irme del país aunque por ahora no quiero”.