Movilizado por la aventura y casi sin imaginar que la montaña sería el escenario de momentos que marcarían el rumbo de su destino, tomó el desafío. Se formó, aprendió de las dificultades, cumplió numerosas metas y con todas las herramientas que logró forjar, se atrevió a abrirse nuevos caminos. Daniel Burrieza (64) se muestra como una de esas personas que no escatiman en esfuerzos cuando se proponen un objetivo. “Con sacrificio y perseverancia siempre es posible salir adelante”, expresa el actual director de Defensa Civil de la Provincia.
Para conocer un poco más sobre su perfil, basta con observar las fotos que ilustran sus años como andinista. En algunas se lo ve muy joven, como alguien que ha comenzado a descubrir la inmensidad de la naturaleza y que no está dispuesto a dar marcha atrás. En otras, ya con bigote, aparece abrazado a aventureros colegas, vestidos con abrigados equipos. Siempre la nieve de imponentes cerros, arriba y a los costados, cubriéndolo casi todo.
Desde la primera vez que hizo cumbre en el Aconcagua el 23 de diciembre de 1974, hubo otras 23 más en las que logró desafiar la cumbre más alta. Tuvo a cargo nada menos que 41 expediciones al coloso. Inclusive fue el primer argentino que logró llegar a la cima del monte McKinley, el más alto de América del Norte y el más complejo para escalar a nivel mundial.
Es que si algo identifica el pasado del actual titular de Defensa Civil (que asumió el 4 de mayo) es justamente su trayectoria en la profesión que ama: el andinismo. Pero además, el currículum de Burrieza da cuenta de su formación como guía profesional de montaña, pistero socorrista y experimentado referente en la prevención de riesgos, entre otras aptitudes.
“La mochila de la montaña ha sido una mochila de aprendizaje que me ha permitido hacerme fuerte en otros aspectos de la vida”, reflexiona el hombre en el living de su casa de la Sexta Sección (Capital).
Entre otros puntos que reforzó como experto en su área dentro del complejo Las Leñas, donde se desempeñó durante años, Burrieza destaca la experiencia lograda a la hora de asistir a las víctimas de accidentes en la montaña.
Para ello, se perfeccionó en Francia sobre los riesgos de avalanchas e incluso aprendió a entrenar perros para socorrer a personas en riesgo. Es el fundador de la Asociación Argentina de Guías de Montaña, formador de personal y uno de los primeros maestros pisteros socorristas.
Sirve tres cafés, los deja sobre la mesa y después de dos intensas semanas de trabajo casi ininterrumpido se permite un momento para compartir las expectativas que guarda respecto del área que le compete. Sabe que el desafío no es sencillo y para eso, asegura, ha trazado tres pilares “ejes” de su gestión: liderar, capacitar y controlar.
“¿Qué lo llevó a aceptar el cargo?”, se le pregunta. Burrieza se toma unos instantes, toma fuerza y sigue. Recuerda con dolor el momento en que un auto lo chocó de frente en 2011 y lo hirió gravemente, al punto de tener que ser operado 15 veces. Así y todo confiesa: “El accidente me sacó de la vida que yo tenía pero a la vez me llevó a hacer un click para hacer algo más importante desde la gestión. Me pareció que era el momento de transferir lo aprendido para ayudar a las personas”.
-¿Qué quisiera lograr en materia de prevención?
-Considero fundamental que la gente se encuentre animada para actuar de manera consciente frente a una emergencia, que sea capaz de colaborar con el que tiene al lado y sepa qué hacer.
-¿Cuál ha sido el primer paso?
-En este período hemos puesto en marcha algunos planes para capacitar al personal de Casa de Gobierno y otras dependencias. También estamos coordinando acciones con todos los delegados de Defensa Civil de los departamentos para que las comunicaciones sean más efectivas con todas las áreas.
-Se trata de un trabajo en equipo...
-Frente a una catástrofe es fundamental poner a andar mecanismos de socorro y comunicación; que los hospitales funcionen, que todo el sistema esté coordinado. No es trabajo de una persona, es trabajo de todos.
-¿Cómo son las condiciones en materia de infraestructura y equipamiento de Mendoza?
-A pesar de que la provincia tiene sus bomberos y patrullas de rescate nunca es suficiente; siempre hace falta tener más personal cuando se trata de asistir la emergencia. Siempre hay muchas cosas para hacer y corregir.
-En lo cotidiano, ¿qué quisiera reforzar?
-Es importante hacer más simulacros. Son muy necesarios porque siempre pensamos que a nosotros no nos pasará. En realidad, en una gestión de riesgos no hay que minimizar nada.
Burrieza considera clave analizar los factores de riesgo que la provincia debe minimizar (el mal estado del arbolado público de diferentes zonas es un ejemplo) y contar con datos unificados acerca de los fenómenos climáticos (tormentas y caída de granizo) para actuar de manera anticipada.
“Es clave contar con estadísticas, conocer la frecuencia en que ocurren los fenómenos como así también su intensidad, de manera que sea posible apuntalar el que representa mayor riesgo para la población”, analiza el funcionario. Para ello, un primer paso será crear el Centro Único de Información Meteorológica.
Perfil
Daniel Burrieza (64) es el flamante director de Defensa Civil de la Provincia.
Experiencia. Entre otras aptitudes, se destaca su trayectoria como andinista. Hizo cumbre 23 veces en el Aconcagua y fue el primer argentino en llegar a la cima del monte McKinley, la montaña más alta de Estados Unidos y América del Norte.
Expectativas. Quiere basar su gestión en tres pilares: liderazgo, capacitación y control. Buscará una mayor coordinación entre las áreas dedicadas a actuar en las emergencias. También quiere más concientización en prevención.