El economista Daniel Artana, de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), analizó el escenario económico nacional en una charla abierta en el marco de la 56° Asamblea Anual de la Asociación de Entidades Periodísticas de Argentina (Adepa). Si bien reconoció que este segundo semestre será "para el olvido", sostiene que es probable que a partir del segundo trimestre de 2019 se empiece a ver una mejora y por eso eligió titular su disertación "El camino a la recuperación".
En diálogo con Los Andes, dijo que la fijación de la banda cambiaria que se acordó con el FMI "sugiere que el gobierno está más contento con un tipo de cambio que flota, pero acepta que la volatilidad le pone mucha tensión. En particular, a la decisión de ahorro de los argentinos que tienen esa posibilidad y que por lo tanto el techo, que es móvil y crece 3% por mes, trata de dar un señal de que el tipo de cambio no se va a desbandar".
Y aunque consideró que el piso de flotación establecido “lo que trata de evitar es que se aprecie mucho el tipo de cambio”, opinó que “tendría que haber sido un poco más alto para que el Banco Central compre reservas”.
-¿Y se va poder sostener?
-Mi impresión es que la banda es muy ancha y Argentina depreció mucho. Estos meses que pasaron fueron de dólares muy escasos y ahora vamos a una situación de menor escasez. Me parece que tenemos mucha más chance que si hubiéramos puesto una banda en abril. De hecho, mientras te escucho vamos viendo como viene el mercado cambiario. (Chequea en su teléfono la cotización del dólar y los bonos, y dice “no es espectacular, pero está bien”).
-¿Entonces el acuerdo con el FMI fue positivo?
-Sí, porque financia los vencimientos de deuda del gobierno nacional hasta una parte de 2020, con lo cual en la medida en que se avance en la consolidación fiscal, se debería ir viendo una reducción del riesgo. Hoy el riesgo está bajando poco porque la gente es escéptica respecto a que podamos cumplir lo que prometemos y habrá que ir mostrando que van mejorando los números fiscales y externos, y se va encauzando una cosa que se había desmadrado bastante.
-Mencionó en su charla que la suba del dólar no se va a trasladar por completo a los precios, ¿por qué?
- Por varias cuestiones. Porque tenemos una política fiscal que va a ser dura, porque la política monetaria que anunciaron es dura, por la recesión y porque Argentina necesitaba un tipo de cambio real más depreciado. Entonces creo que el tipo de cambio, cuando hagamos la cuenta de acá a un año, desde finales de 2017, todavía le va a ganar a la inflación acumulada por mucho.
-¿Coincide con esta inflación proyectada para el 2019 de 23%?
- Nosotros (en FIEL) pensamos que puede ser un poquitito más, de 26%, pero las proyecciones del presupuesto son bastante realistas, a diferencia de lo que ha hecho el gobierno antes, que era poner proyecciones muy optimistas. Después, el año que viene vamos a ir revisando porque también es muy difícil hacer previsiones en este contexto.
-¿El gran desafío es lograr el ajuste fiscal?
-Sí. Han puesto este impuesto, que son las retenciones, que son máquinas de recaudar y eso asegura que la recaudación va seguir subiendo. Y si se aprueba el presupuesto, el gasto queda trabado. Entonces, en realidad, lo importante es que se apruebe el presupuesto. Después, la meta fiscal se va a cumplir. No veo mucha opción.
-¿Qué ocurre con las altas tasas de financiamiento?
-Es cierto: el costo de financiamiento es altísimo. Eso va a ir cediendo en la medida en que se empiece a confiar en el programa monetario y antiinflacionario del Banco Central.
Eso no va a pasar de un día para el otro; va a llevar un tiempo. Lamentablemente tenemos que tener paciencia. Las familias son las que me preocupan más, porque la verdad es que los salarios y las jubilaciones han perdido un montón de terreno contra la inflación. También la gente de menores recursos, aunque el gobierno ha decidido reforzar los programas sociales porque eso estaba previsto en el acuerdo con el Fondo.
-¿Para cuando se espera la recuperación de ese poder adquisitivo?
-A partir del año que viene debería mejorar porque las jubilaciones se corrigen en base a la inflación y los aumentos salariales de los dos trimestres previos. Entonces, cuando la inflación se acelera, el monto se ajusta en base a una inflación que es vieja y los precios son los de la actual, que es alta. Pero cuando la inflación baja, el fenómeno es al revés, con lo cual lo que perdieron los jubilados este año lo van a recuperar el que viene. Con los salarios no es estrictamente igual porque dependen de una negociación, pero el propio gobierno ha dicho que va a reabrir paritarias y es natural que eso ocurra. Daría la sensación de que estamos viviendo hoy los peores momentos del poder adquisitivo de nuestros salarios y jubilaciones, y que deberíamos tener una mejora en el salario real.
-¿Se va a poder cumplir lo que se pactó con el Fondo?
-No veo otra opción. Si no cumplimos se cae el acuerdo, no tenemos el financiamiento y se profundiza la recesión. A mí no me gusta haber tenido que acudir al Fondo, pero dadas las circunstancias, la pregunta es: ¿si no, que pasaría? Si mañana se cae el acuerdo todo el mundo va a salir a comprar dólares. Estaríamos peor.
-¿Habría que haber hecho el ajuste fiscal antes?
-Habría que haber empezado antes. Sobre todo cuando uno tiene un diagnóstico como tenía el gobierno de que ese déficit fiscal no era sostenible. ¿No es sostenible y no hacés nada por dos años? O sea, te matan tus propias palabras. Empezó tarde el gobierno pese a que tiene una convicción de que debe tener números fiscales ordenados, como también la tiene la mayoría de las provincias.
“Hasta la puerta del cementerio”
Daniel Artana resaltó que el gobierno de Mauricio Macri pagará un costo político "enorme" por el hecho de tener que hacer un ajuste fiscal de 2,6% en el PBI en un año electoral. "La oposición no lo aplaude pero dice 'matate solo. Mientras tanto, me vas arreglando la cosa si me toca a mí ganar el año que viene'. Está bien. Así es la política", lanzó.
Por el mismo motivo, consideró que es muy probable que el presupuesto 2019, con la meta fiscal de un déficit de 3,2% del PBI, se apruebe, ya que la mayor parte del arco político entiende que es el único camino posible para reordenar la economía. "La oposición va a acompañar hasta la puerta del cementerio", planteó sobre este objetivo en un año electoral.
Perfil
Daniel Artana es jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).
Trayectoria académica
Es licenciado en Economía de la Universidad Nacional de La Plata, con un master de la Universidad de California. También profesor titular de Política Económica I en la Universidad Nacional de La Plata y profesor invitado de Economía de la Tributación en la Universidad Torcuato Di Tella.
Especialización
Ha publicado diversos trabajos y libros, y se especializa en análisis de la política macroeconómica; privatizaciones y desregulación; regulaciones de empresas de servicio público privatizadas; reforma del Estado; política fiscal.