“Al principio de la temporada, quería que los jugadores de la Juventus entendieran que respetaba su filosofía y su historia. Una vez que me asegure de tener su respeto, intenté mostrarles mis fortalezas. Un día, vi la línea del mediocampo, y dije: '¿debo ir?'. … Bang. Agora. Atacar, atacar, atacar (y, ok, defender un poco también, o Buffon me gritará)”.
l A veces pienso que la vida es un círculo. No me puedo alejar de estos argentinos. En Barcelona, tenía a Messi. En la Juventus, tengo a Dybala. Los genios me siguen a todas partes, lo juro. En un entrenamiento, vi algo en Dybala que había visto antes en Messi. No sólo era el regalo del talento puro. Eso lo he visto muchas veces en mi vida. Era el regalo del talento puro combinado con la voluntad de conquistar el mundo. En Barcelona, jugábamos de memoria. En la Juventus, es diferente. Es nuestra mentalidad colectiva la que nos ha llevado a la final de la UEFA Champions League”.
l Cuando el silbato suena, encontramos una manera de ganar el partido, sin importar nada. Ganar no sólo es un objetivo en la Juventus, es una obsesión. No hay excusas. Esta sábado (por hoy), tengo la oportunidad de ganar mi trofeo 35 en 34 años en la tierra. Es una oportunidad especial para mí, y no tiene nada que ver con probarle a la directiva del Barça que se equivocó al dejarme ir”.
l Sé que nunca lo admitirán. ¿Recuerdan lo que les dije sobre mi tiempo en la academia en Brasil? ¿Cuándo me dije a mi mismo que no volvería a la granja hasta hacer sentir orgulloso a mi padre? Bueno, mi padre no es un hombre emocional. Nunca he sabido cuando verdaderamente lo hago sentir orgulloso. En casi toda mi carrera, él ha estado en su casa en Brasil. Pero en 2015, él estaba en Berlín para verme ganar la Champions League”.
l Recuerdo que después de las celebraciones en el terreno de juego, el Barça organizó una fiesta especial para las familias de los jugadores. Teníamos que compartir el trofeo con las personas que nos ayudaron a alcanzar nuestros sueños. Yo le pasé el trofeo a mi padre, y los dos lo sostuvimos, posando para la foto. Y me dijo, en portugués, una frase malsonante, así que no lo traduciré palabra por palabra. Pero, básicamente, me dijo: 'mi hijo es un hombre ahora'. ¿Y saben qué? Él estaba llorando como un bebe. El sábado, tendré la oportunidad de jugar por otro trofeo de la Champions con un rival familiar”.
l Como siempre, estudiaré a Cristiano como una obsesión. Como siempre, iré al espejo antes del partido y se repetirá la misma película en mi mente. La pantalla será negra, y recordaré estas cosas… Mi cama. El olor a humedad. Mi padre con un tanque de químicos en su espalda. El camino a la escuela. Mi nuevo uniforme. El tendedero vacío.”