Donde llega lo aclaman, aplauden y, también lo lamentan. Porque se trata de uno de los mejores motociclistas que tuvo Mendoza: Dalmiro Mur, el hombre de 46 años, que nació, se crió y aún vive en Las Heras, que está más vigente que nunca en el deporte motor.
El Speedway es su especialidad y lo supo plasmar en números, ganando 40 campeonatos; el último de ellos, recientemente en el óvalo de San Rafael. A pesar de enfrentarse a competidores más jóvenes y, según él, brindar ventaja en ese sentido, no fue un impedimento para arrasar con su Kawasaki 450 y quedarse con el trofeo a dos fechas del cierre. A pesar de que se lo tome con profesionalidad, la actividad es más un hobbie para Mur. Hoy está enfocado en sus negocios, con la compra y venta de autos, y un taller de suspensiones para motos. Pero eso no quita que se entrene dos veces por día, para estar óptimo físicamente en las carreras.
¿Su objetivo final?: "Llegar bien al próximo Speedway de San Rafael", que arranca en diciembre, para dar su último show y retirarse de las pistas. Aunque, asegura, nunca se alejará del mundo motor.
Su trayectoria
La pasión comenzó a sus 15 años y 30 años después, confiesa que sigue intacta: "Empecé con el bicicross en el año '86, hasta el '89 y después corrí con una moto de 50 centímetros cúbicos. En el '94, arranqué con la moto grande, la 250". Luego tuvo interrupciones, probó otra modalidades y cuando pensaba que se había retirado, volvió. Sin embargo, planea su retiro definitivo del óvalo para el próximo año.
Un ganador nato
“El campeonato 40 fue muy peleado en el principio. Fueron 12 fechas y gané 8 finales. El título lo logré faltando dos fechas, pero no me relajé, quería seguir ganando. Gané 40 campeonatos porque antes se corrían tal vez 3 o 4 carreras por semana. Por eso llegué a esa cifra. Salí campeón en todo Mendoza, en San Luis, San Juan, Córdoba. Ahora se cortó el tema de tantas carreras, podés competir solo en una”.
Apoyo incondicional
Cuando habla de su familia, Dalmiro se llena de orgullo. Incluso recuerda una anécdota reciente, en la que resignaron vacaciones para que él volviera a correr: "Tengo todo el apoyo de ellos. Es increíble. Dejan todo de lado para acompañarme. Por suerte, al tener el laburo en mi casa puedo compartir tiempo con mi hija Federica y Jeremías", el heredero que con 5 años, muestra grandes habilidades.
No sabe de límites
Su especialidad son las motos, específicamente en el óvalo de Speedway, pero también se subió a otros rodados: "Corrí en motocross y nadie creía en mí. Me tuve que entrenar el doble, pero pude ganar 10 torneos. Después corrí en auto dos años, en Speedway, y no me fue mal. Una vez largué del puesto 14 y no gané de casualidad". Dalmiro sostiene que le gustaría subirse a un auto luego de su retiro.