El ministro de Gobierno Dalmiro Garay ocupa el “ministerio político” aunque no es un hombre que tenga una larga trayectoria política. Desde hace un tiempo viene levantando el perfil, ha ido ganando responsabilidades y confianza del gobernador Alfredo Cornejo, aún sin provenir del riñón del cornejismo. Fue el hombre que definió el paro del jueves como un “fracaso”, aunque jura que la relación con los sindicatos es buena, excepto con el SUTE.
-¿No fue exagerado decir que el paro en Mendoza fue un fracaso?
-Si se mira desde el punto de vista del empleado público, un paro con adhesión del 1% del sector más grande, que concentra 50% del empleo público (docentes), y que en el resto oscila entre 2% y un 4%, es un fracaso. Si se mira el empleo privado, aún con el paro de los colectivos que trabajaron al un 20% de frecuencias, los taxis trabajaron, las estaciones de servicio vendieron combustible y sólo el 35% de los comercios adheridos, no es un paro exitoso.
-En el caso de los docentes, algunos fueron a escuelas en las que no trabajaban, por lo tanto no estuvieron frente a su aula, y los chicos no asistieron.
-Fueron pocos los que dieron el presente en otra escuela. Comparto que no fueron los chicos. Tampoco hubo gente en la ATM, hubo un 35% de público respecto de lo que se atiende normalmente, a pesar de que estaba a full la planta de personal de la ATM. En los hospitales no se resintieron los servicios programados, no sólo cirugías, sino consultorios externos. En OSEP hubo seis ausentes y eran delegados sindicales. En la provincia el paro fue un fracaso, en cuanto a las expectativas que tenía la CGT.
-¿Ha cambiado la percepción respecto de los paros? Comparado con otros momentos, como los 13 paros generales a Raúl Alfonsín.
-Yo creo que sí. La gente ya no acata como antes la decisión del sindicalismo. En el ‘83, el voto fue ideológico; no teníamos una memoria reciente de la gestión en democracia. Cuando empezamos a acumular memoria sobre resultados de gestión, se empezó a votar por el que le pone plata en el bolsillo, por el que arregla la plaza, porque el que ofrece mejores servicios. En el caso de los paros, creo que ahora la gente hace paro porque entiende que debe hacer paro, no porque lo decida el sindicato o porque sea peronista.
-Aparte del fracaso, cuál es la lectura que hace del paro.
-Hubo un grupo que condicionó a la CGT a convocar a un paro, aún cuando paradójicamente este año empezamos a crecer y se está recuperando el empleo registrado. Dicen que cambiemos el modelo económico y quienes lo están planteando son los que perdieron las elecciones. Lo que no ganaron en las urnas lo quieren conseguir por un paro general. La nación estaba igual o peor que la provincia, la diferencia es que nosotros antes de asumir lo advertimos...
-En Mendoza quedó más clara la situación cuando empezó a haber problemas para pagar sueldos...
-Por eso, las expectativas en el Gobierno nacional eran distintas. En Mendoza la gente quería ir a trabajar.
-También pudo haber miedo a perder el trabajo...
-Es posible, pero en el empleo público no se echa a nadie.
-En el caso de los docentes se les descuenta el ítem Aula y es mucha plata.
-Bueno... corramos a los docentes. Administración central no tiene ítem Aula, los no profesionales de la Salud no tienen ítem Aula.
-¿El descuento del día no influye?
-La OIT desde 1960, la Corte de la Nación, la de la Provincia, todos dicen que es legal descontar el día de huelga, porque hay una interrupción del débito laboral. Yo no sé si eso influye también. Si hubieran querido hacer un día de paro, lo hubieran hecho como ya ha sucedido. ¿Es porque quieren al gobierno de Cornejo? No me como esa. Lo que sí queda claro es que no los representó el sindicalismo en los motivos de la convocatoria.
-¿Cómo es la relación con los gremios?
-Con los gremios públicos, salvo con el SUTE, tenemos diálogo con todos, porque el SUTE radicaliza posiciones. Hemos tenido muchas reuniones de comisiones, como las de zona, y el SUTE ha faltado. Con el resto permanentemente tenemos diálogo y vamos resolviendo problemas cotidianos y otros más estructurales; por ejemplo con ATE y ATSA estamos viendo una mejora en la función crítica que quedó pendiente en la paritaria.
-¿Con los privados?
-Tenemos diálogo. A la CGT la recibimos hace dos meses, nos dejó un formulario con un pedido, se han analizado, hemos estado charlando, vamos a formar un consejo del trabajo que se planteó. Genéricamente la vinculación se da mucho en la Subsecretaría de Trabajo por las inspecciones. Aparte de eso, nunca se desoye un pedido de un sindicato.
-¿Cómo está la situación legal del ítem Aula?
-Estamos esperando que la Corte dicte sentencia. Tengo entendido que falta que dictamine el procurador. No veo la inconstitucionalidad. La medida cautelar que se conoció hace unos días ordena que paguemos retroactivamente el ítem a aquellos que nosotros ya habíamos dicho que les teníamos que pagar (a los docentes con cambios de función). Queda claro que la Corte dice que paguemos en las mismas condiciones del ítem.
-Hubo una alerta en los medios con ese fallo...
-La alerta mediática es sólo mediática y no judicial, porque no ha tenido ninguna incidencia, incluso podríamos decir que ratifica la vigencia del ítem.
Es una medida que desde lo jurídico es correcta y ha ordenado mucho el sistema educativo porque no sólo ha bajado las licencias, sino que también los directivos se la pasaban llamando a suplencias, cosa que no es tan sencilla.
Perfil
Dalmiro Garay es casado y tiene dos hijas. Como estudiante fue militante de la Franja Morada e incluso fue dirigente de esa agrupación a nivel nacional.
Es abogado egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo y magister en derecho administrativo de la Economía (UNCuyo-Universidad Católica de San Juan).
Fue asesor de la Cámara de Diputados de la Nación y del Consejo de la Magistratura, y director de asuntos jurídicos de la DGE.
Dio clases en las universidades Champagnat, Aconcagua y Congreso; actualmente es docente de postgrado en la casa de estudios en la que se formó.
Desde hace casi una década es parte del equipo de la Asesoría de Gobierno.
Márquez no quiso
Los Andes intentó también pactar una entrevista con el secretario general de la CGT, Luis Márquez, para consultarle sobre el paro, de la misma manera que al ministro Dalmiro Garay. A pesar de que hubo un contacto el mismo jueves, luego nunca atendió los llamados para acordar el horario y lugar.