El fallo de la Suprema Corte de Justicia, que declaró "constitucional" el ítem Aula, fue considerado un triunfo judicial del gobernador Alfredo Cornejo y de su gestión. Pero en lo particular tiene a un ganador que celebra sin estridencias: el ministro de Gobierno, Dalmiro Garay.
Él es la espada política del mandatario, pero además puede ser considerado el gestor del ítem Aula. De hecho es quien más ha tenido que defenderlo en las paritarias ante los embates del SUTE que, sin distinción de líneas internas, ha luchado -y lucha- contra esa polémica medida a la que Garay le dio sustento jurídico.
El ministro reconoce en parte ese triunfo, aunque lo limita a lo judicial. "Se ganó un juicio. Punto", dice. "No esperábamos un triunfo del estilo Boca-River", añade. "Cierra una etapa y da tranquilidad porque es algo bien hecho", concluye.
Este abogado de 45 años, magister en Derecho Administrativo y sin cargos de primera línea en el pasado, es además el principal apoyo político del Gobernador y es el ideólogo de otras varias iniciativas cornejistas, como el diseño del formato actual de las paritarias o buena parte de la reforma judicial que este Gobierno encara, por citar algunas.
Si bien es cultor del bajo perfil y se considera más "cerebral" que apasionado, desde su cargo y con una confianza absoluta del mandatario, sus ideas tienen gran influencia. Un ejemplo es que a él se le ocurrió pedir que el fallo del Máximo Tribunal sobre el ítem Aula se diera en plenario -con el voto de todos los jueces- y no sólo de una sala.
“El juicio (que se hacía en la Sala 2) se demoraba y ya habían empezado los recursos de demandas particulares de docentes, que se atendían en la Sala 1. Eso demoraría más el resultado final. Pensamos que el plenario aceleraría los tiempos”, destacó el ministro.
Efectivamente, la opinión conjunta de todos los integrantes de la Suprema Corte saldó el problema. “El plenario da la seguridad jurídica necesaria”, resaltó Garay.
Es cierto que el SUTE puede acudir a la Corte nacional, siempre que la local lo acepte (si no, deberá presentar un recurso de queja). Pero en el Ejecutivo confían en que no habrá nuevas instancias judiciales. "Si bien como abogado recomendaría intentarlo, la temática se encuadra en normas locales, razón por la cual no encaja un Recurso Extraordinario Federal", opinó Garay.
Así nació el ítem
En febrero de 2016, a poco más de un mes de haber asumido el gobierno, el equipo de Cornejo debió analizar la paritaria que se le venía. En el caso del ítem Aula, Garay reconoce su parte: "Cornejo planteó su necesidad, la Dirección General de Escuelas le puso nombre y la construcción jurídica la hice yo".
-¿Cómo surgió la idea del ítem?
-Antes en paritarias sólo se discutían porcentajes salariales. No se atendían los servicios ni dónde fallaban. Nosotros entendimos que se debía tomar cada sector, definir sus problemas y romper con la estructura exclusiva de porcentajes. La primera decisión fue buscar acuerdos no sólo para mejorar salarios sino también el servicio que se prestaba. Eso se podía hacer con algún adicional directo al salario.
El primer diagnóstico, en el caso educativo, arrojó que “en más del 50%” había una rotación permanente de docentes frente al aula. “Llegó a haber 11 en un mismo año”, destacó Garay. “Eso generaba baja calidad educativa porque se ‘reseteaba’ la enseñanza, casi siempre se empezaba de cero”, agregó.
“Dando un porcentaje de aumento, podíamos, con lo que nos daba la Nación, generar un incentivo para que se abandonara esa práctica”, siguió Garay.
-¿Por qué con los docentes y no con todos los empleados públicos?
-Porque esa problemática se daba sólo en la docencia. No había casos en la administración pública de que un empleado estuviera semejante cantidad de días afuera y que necesitara tantos remplazos. No hubo intención de estigmatizar a los docentes ni mucho menos. En la administración pública, el que se perjudica es el administrador. En la docencia, los que se perjudican son el niño y la escuela. Además, como dice el fallo, a los docentes les dimos el mismo aumento que a todos. El ítem está por encima, por eso en 2016 la suba les llegó al 32%.
Está claro que hubo charlas con el SUTE (conducido en ese tiempo por Adrián Mateluna). Incluso "se hicieron modificaciones" después de esas charlas, contó el ministro. "Pero el gremio lo rechazó de plano", se lamentó.
De acuerdo con los datos difundidos, el ítem Aula redujo notablemente el ausentismo docente. "Un 40% en el segundo año, pero en el primero fue más", dijo Garay. Además se mejoró un 18% el presentismo de los alumnos.
“Eso no lo esperábamos cuando diseñamos el ítem, pero sin dudas es efecto de su implementación”, resaltó. Y concluyó: “Si los docentes después no faltaron, quiere decir que antes no había necesidad de faltar”.