Del clan Maradona, Dalma es la más extrovertida. Es difícil pensarla como una niña tímida, que no hablaba con nadie. “Cuando era chiquita, en el colegio no me conocían la voz. Entonces les dijeron a mis papás que fuera a teatro, para relacionarme con los demás y perder la timidez”, desliza en su anecdotario la hija más grande de Diego Maradona.
Al margen de la popularidad natural que rodea a su familia, Dalma forjó su propio camino en la actuación. Hoy, con 30 años y después de pasar por el Conservatorio Nacional de Arte Dramática (IUNA), tiene un interesante derrotero en teatro, cine y televisión.
Para los Maradona, los escándalos son moneda corriente. Sin ir más lejos, por estos días Diego llamó a declarar a Dalma y a Gianinna en una causa, contra su ex esposa Claudia Villafañe.
Pero todos esos dimes y diretes parecen no afectar a Dalma, quien mantiene al margen su carrera como actriz y disfruta de su trabajo en “Bisnietas. Herederas del viento”, la obra escrita y dirigida por Erika Halvorsen que la tiene como protagonista; junto a Alexia Moyano y Sofía Bertolotto.
El drama de la autora del “El Hilo rojo”, “Ser ellas” y la novela “Desarás al hombre de tu hermana”, llega en plan de su gira nacional con tres funciones, desde el jueves 5 al sábado 7 de octubre, en el teatro Bianchi de Rivadavia, el Selectro y el Teatro Imperial de Maipú.
Luego de su experiencia con el unipersonal “La hija de Dios”, Dalma Maradona, nuevamente trabaja con la autora y directora en esta obra que traza la reunión de tres mujeres, que se juntan para develar la relación que unía a sus abuelas. Tres herederas de una misma historia. Ellas son bisnietas de la prostituta más hermosa de la Patagonia.
Este encuentro en pleno sur argentino, pone de relieve la relación de estos tres personajes y una temática como es la trata de blancas y los prejuicios. Ellas serán las encargadas de echar luz sobre una dolorosa y silenciada vida.
“Con Erika somos amigas y tengo la confianza de decirle que quiero trabajar con ella. Me gusta mucho lo que hace, y su trabajo como directora y autora es excelente. Justo surgió ‘Bisnietas’ y se dio todo para que esté en este proyecto”.
-Es una obra que plantea una temática actual y pone como protagonista a la mujer, propio de la dramaturgia de género de Erika.
- “Bisnietas” somos tres actrices en escena. Pero la directora es Erika, la asistente de dirección es mujer, la técnica es mujer. Todo sostenido por mujeres.
-¿Cómo surgió la idea de protagonizar esta obra?
-En realidad todo surgió cuando hablé con Erika y le dije que quería hacer una obra linda, que me diera ganas de hacerla. A veces cuando te convocan para un proyecto, no tenés la posibilidad de ese contacto con el director. Me dijo que tenía esa obra escrita. La leí y la obra empieza con mi papel hablando de mi abuela. Y me di cuenta de que quería hacerla. Se me vino a la cabeza la relación entrañable que tengo con mi abuela y: ¡cómo no voy a tener ganas de contar esa historia! Si bien la vida de mi abuela no tiene nada que ver, claramente lo relaciono.
-Hiciste un unipersonal, trabajaste en "La Casa de Bernarda Alba", has hecho proyectos importantes en teatro, ¿lo buscaste o se dio naturalmente?
-En el caso del unipersonal fue por iniciativa de Erika. Ella confiaba en mi trabajo y yo no tanto. Y la verdad que le dije que cuando me reciba lo veía. Estaba terminando de estudiar y vino con el final de la obra; lo leí y me di cuenta de que estaba escrito como si yo lo hubiese escrito. Por suerte nos fue muy bien con la obra, yo era la más asustada del equipo.
-Asumiste un desafío importante con "La Hija de Dios".
-Sí. En realidad mis miedos tenían que ver con eso, si era capaz de hacerlo o no. Qué iba a pensar el público, qué iba a decir la crítica. Y luego fueron sorpresas hermosas. Desde que llegó la primera crítica y yo no lo creía porque era demasiado buena. Después las giras, dos temporadas. Y ahí el trabajo fue muy exigente para mí, pero fue una experiencia muy linda.
-¿Cuándo nacieron tus ganas de ser actuar?
-Comenzó de casualidad. Mis papás me llevaron para vencer la timidez. En un principio no quería saber nada, aunque actué desde chica en la tele. Comencé a los 8 años y ahora lo veo a mi sobrino que tiene esa edad, y ni loco lo veo trabajando. Parece que en ese momento insistí mucho con actuar.
-De chica eras muy tímida y ahora te pasaste al otro lado.
-Mucha gente me dice que ahora me pasé de rosca. De un extremo al otro. Me sirvió mucho en ese momento.
-No te quedaste solo en el gusto y en ser "hija de", sino que profesionalizaste tu trabajo.
-Sí, fui al conservatorio y fue lo mejor que me pasó. Si tengo que volver a hacer la carrera, lo hago con gusto. Fue un crecimiento personal como profesional. Hay tanta gente talentosa dando clases, que ama lo que hace, y ese es el motor que los sostiene.
-¿El teatro es lo que más te gusta en la actuación?
-El teatro me gusta y tuve más oportunidades de trabajar también. Pero el cine me encanta. Para mí debutar en cine con Albertina Carri en “La rabia” era irreal. Pensaban que se habían confundido de persona. Esa experiencia en cine me encantó y tengo la suerte de trabajar con gente que la tiene muy clara, y sabe perfectamente lo que quiere.
-¿Por qué tenés tan poca fe en tu trabajo?
- (Larga una carcajada) Creo que tiene que ver con mi personalidad. La gente confía mucho más en mí de lo que creo. Pero eso es una charla de psicólogo.
-¿Tenés algún objetivo pendiente?
-No. En realidad hasta ahora hice de todo y lo hice muy feliz. Pero sí y espero que algún productor lo escuche, quiero interpretar a una mala en algún momento. Pero no me quieren poner de mala. Me gustaría hacer de mala. Donde sea, en el teatro, la tele.
-¿Volvés a la televisión?
-Ahora no es el momento. Estoy con “Bisnietas”. A fin de año filmo una película. En algún momento me gustaría hacer una tira.
-¿Podés adelantar algo de la película?
-Todavía no. Lo único que puedo decir es que es un género que nunca hice, y me da mucha intriga. Estoy entusiasmada.
-¿Te imaginabas este presente?
-Siento que todo el tiempo recibo más de lo que imaginaba. Pero estoy contenta con eso, porque el camino que hago tiene que ver con lo que me pasa. Haber estudiado, elegir cada obra, decirle que no a otros proyectos, es importante. Quizá no me imaginaba tantos buenos laburos, pero de alguna manera lo esperaba.
-El ser "Maradona", ¿es un problema para tratar en terapia?
-No. No lo voy a culpar (ríe). Eso no fue lo que me llevó puntualmente a una psicóloga. No tiene que ver con quien soy o quién es mi papá. Fui a los diez años y después de grande, por una situación puntual, cuando murió mi abuelo. Cuando fui surgieron otros temas y no fui más.
Me di el alta sola, a las tres sesiones. Además uno tiene que decidir cuándo ir a terapia.
-Poniendo en una balanza, ¿qué es lo bueno y malo de ser Maradona?
-Lo bueno es la familia que tengo, y no la cambio por nada. Es la que me tocó y la elegiría, con todos los pro y contra que tiene. Lo peor que tiene, es que me repercuten a mí temas que no tienen que ver conmigo. Tengo que explicar cosas que ni siquiera sé. Tengo que dar explicaciones de temas que no me incumben. Pero voy aprendiendo de a poco, y trato de respetar el trabajo de los que me preguntan, ser respetuosa conmigo.
-Independientemente de la popularidad de tu papá, con tu familia tenés una relación muy natural.
-Más allá de lo que pueda ver la gente, en la intimidad yo soy la persona más común del mundo. Me criaron así, por más raro que suene. Mi mamá es mi mamá, mi papá es mi papá y tengo esa relación del vínculo desde el amor. Más allá de las cosas que hayan pasado, si vos me decís qué balance hago: es el amor lo que elijo y con lo que me crié.
Ficha
Bisnietas. Herederas del viento
Dirección: Erika Halvorsen.
Actúan: Alexia Moyano, Dalma Maradona y Sofía Bertolotto.
Funciones: jueves 5 de octubre, a las 21.30, en el Teatro Bianchi (Lavalle 5577, Rivadavia). Entrada: $350. En boletería del teatro de lunes a jueves, de 8 a 13 y de 16 a 21; en www.1000tickets.com.ar.
Viernes 6 de octubre, a las 22, en el teatro Selectro (Capitán de Fragata Moyano 102). Entradas: $350 y $300. En boletería y por internet.
Sábado 7 de octubre, a las 21.30, en el Teatro Imperial (Perón y Pescara, Maipú). Entradas: $350 y $300. En boletería de martes a viernes de 9.30 a 12.30 horas y en horario de las funciones de cine. Por la web www.1000tickets.com.ar.