Dalia Gutmann: “Las mujeres en el stand up están sobre calificadas”

La comediante le pone fin a la gira de sus “Cosa de minas”, que tiene desde 2011. Esta noche se presenta en el teatro Plaza.

Dalia Gutmann: “Las mujeres en el stand up están sobre calificadas”
Dalia Gutmann: “Las mujeres en el stand up están sobre calificadas”

Las cosas que te pasan le pueden pasar a tu amiga, a una conocida, a tu mamá, o a la mujer que tenés al lado. Dalia Gutmann toma todo eso y te lo resume en un show que, más que stand up, parece una charla en un bar. 

"Cosa de minas" es el unipersonal con el que la comediante comparte sus experiencias y vivencias, que le toca experimentar por el simple hecho de ser mujer.

Constantemente renovada, Dalia aprovecha para hacer una catarsis generalizada. En su noveno año consecutivo, vuelve a Mendoza para tratar de resumir el comportamiento femenino, tan cambiante como ella misma.

Desde el 2013 viaja con la obra demostrándole a la gente que ya lo vio en algún momento que todo cambia. Dalia piensa que es un error no haber hecho "Cosa de Minas 1 y 2", pero como el contexto, sus palabras son inesperadas y mutantes.

Con el deseo de filmar una nueva temporada de su exitoso programa de comedia "La Culpa es de Colón", Gutmann prepara un nuevo libro para fin de año. Además, en las próximas semanas se lanza como conductora en la Tv Pública: "Hay un mundo nuevo que quiero aprender, estoy muy contenta. Será un programa a la mañana, con el fin de inspirar a la gente a hacer muchas cosas", cuenta ansiosa.


    Gentileza
Gentileza

-En estos ocho años, ¿cómo han cambiado las "cosas de minas" que te pasan?

-Arrancamos con algo muy visceral, con algo que tenía muchas ganas de decir. Sea con el stand up, con el libro, con un programa: tenía ganas de decir algo. Ese show surgió de otra época de la Argentina, cuando las minas todavía no teníamos este protagonismo. Ahora por suerte ganamos terreno. Yo estaba con muchas ganas de sacarme esa cosa de minita femenina. Mostrar de verdad lo que me pasa, embarrarme, contarle a la gente del teatro lo que nos gusta vivir a las mujeres. Desde ese lugar el show se prendió, eran muchas mujeres diciendo “ah, estas cosas nos pasan a todas”. Todo el tiempo tuvimos bastante libertad para cambiar el material viejo y poner nuevo.

-¿Cómo hacés con las cosas que no te pasan a vos, pero a otras mujeres sí?

-Me pasa muchísimo. “Dalia hablá de la menopausia”, “Dalia hablá del divorcio”. No puedo hablar de cosas que no viví. No puedo hacer stand up así. Hablo de cosas que viví o que conozco por alguien cercano. Con los años, un aprendizaje grande que tuve es que trato de hablar que las mujeres somos así y que los hombres son de otra manera: somos re distintos todos. Yo hablo desde mí. Hay cosas que les pasan a las mujeres y a los varones no.

-¿Qué pasó con la Dalia que empezó a viajar y ahora está terminando este show? ¿Cómo ha ido cambiando?

-Creo que fue muy de la mano del feminismo. Tenía un chiste cuando arranqué que me re contra funcionaba, que lo digo ahora y me da vergüenza. Estaba ubicada en un lugar donde las minas somos las hincha pelotas, con una mirada machista y me reía un poco de eso. Con los años me di cuenta de que no estaba siendo justa parándome desde ese lugar. Era mirar a la mina desde la vara del varón. El espíritu del show fue siempre tratar de fuera lo más parecido a una charla de amigas. Tiene una lógica interna distinta a la de la charla interna de varones. Eso no cambió, eso se mantiene. Pero sí cambió el lugar desde donde me paro, un lugar más empoderado.

-Al menos en el stand up, vos me podrás decir cuántos hombres y cuántas mujeres hay trabajando de eso.

-En el 2005 éramos como tres humoristas mujeres y como veinte varones, en relación. Creo que ahora ha cambiado mucho. Como siempre, la mujer tiene que demostrar más. Para mí las que son buenas, son buenísimas; porque tuvieron que pelearla mucho. A veces digo esto que no sé si es real o no, pero pienso que las mujeres terminamos sobre calificadas por todo lo que tenemos que demostrar para ocupar un mismo lugar. Las mujeres en el stand up son muy buenas y tienen un material muy elaborado. Hay toda una cosa cultural que venimos arrastrando, que la mujer tiene que ser femenina y en el stand up ensuciás: ese lugar era más para el varón que para la mujer. Por suerte las nuevas generaciones se van metiendo más.

-Admiro la capacidad que tienen para reírse de ustedes mismas y mirar las cosas con otros ojos: de comediante.

-Eso fue lo que más me atrajo del stand up desde el minuto uno. Cuando yo veía stand up me resultaba muy admirable: eso mismo que te hace sufrir, esa persona se está cagando de risa. Me parecía súper terapéutico y catártico. Quizás me iba un viernes, tenía mil quilombos de laburo pero iba a un show y me iba súper contenta.

-¿A quién tenés como referentes en el género?

-La primera que yo vi, que es imbatible y siempre me hace reír con su simple presencia, es Natalia Carulias. Es la primera mujer que hizo stand up en la Argentina y aparte es mi amiga. Después hay un montón: Connie Ballarini me gusta mucho. Lo que admiro de cualquier artista por decirlo de algún modo, es la entrega total. Cuando ves alguien arriba de un escenario y no se guarda nada.


    Gentileza
Gentileza

-¿Cómo ves el paso del humor desde las redes, como Instagram, a los escenarios?

-Me encantan las redes, me parece más democrático que antes, que si no trabajabas en uno de los cuatro canales de aire no  te conocían. Ahora si sos creativo y lo llevás a cabo, te puede conocer un país entero. No es que tenga fiaca, pero me cuesta mucho vivir y grabar. Ante la disyuntiva, no grabo. Rara vez, si se me ocurre una idea, digo “la voy a grabar”. Igual me gusta cada tanto subir cosas, pero ni a palos como esa gente que genera contenido todo el tiempo. Hay un prejuicio muy grande con los instagramers y los influencers, yo los respeto: lograron que la gente los siga, los escuche.

-Por ahí llegan antes al escenario que alguien que se preparó para eso, por tener miles de seguidores. ¿Qué te parece?

-Me parece lógico. Vos seguís a alguien en redes, te gusta, no lo conocés pero en ese sentido jamás caí en el enojo. Todo el tiempo uno se tiene que estar actualizando, generando algo nuevo. Es una pérdida de tiempo estar quejándose de que al otro le va bien. La mayoría de la gente que veo que la rompe es porque le pone mucho laburo, es muy difícil sostenerlo si no.

-Termina "Cosa de minas", ¿qué es lo que se viene ahora?

-Tenemos todo el deseo de grabar una nueva temporada de “La Culpa es de Colón”. Cuando pienso las cosas después las laburo con Ale Bavera, que es comediante y productora. Queríamos hacer un video sobre no sé, cuando estas en el médico; por ejemplo. Estamos empezando a pensar cosas que no iban en este show, para ponerlas en algo nuevo. Tengo un estilo muy “work in progress”, voy probando lentamente las cosas nuevas que hago. A su vez escribí un libro que este año que sale a la calle. Es mi tercer libro, que se llama “Tengo algo para decir”.

-¿Y qué tenés para decir?

- Que venimos a pasarla bien. Hay una fantasía rara que para el otro es más fácil: “si yo hubiese nacido en esa familia hubiese sido más fácil”. Para algunos es mucho más difícil que para otros por contexto y por todo, pero hay que animarse y no meter tanta excusa. Si yo tuviese que decir algo sería: metamos menos excusas y que hagamos más. Y que vengan al teatro.

La ficha

"Cosa de Minas"

Día y hora: hoy, a las 22.

Lugar: Teatro Plaza (Colón 27, Godoy Cruz).

Entradas: $350 (Pullman); $450 (platea baja); $500 (fila 1 a 12). En la boletería del teatro o a través de eventbrite.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA