El humor la atrapó hace doce años. Lo que comenzó como un juego y una actividad paralela a su trabajo como locutora, hoy se convirtió en un pilar fundamental de su carrera.
Y con la simpatía que la caracteriza, Dalia Gutmann lleva siete temporadas con "Cosa de minas", su espectáculo de stand up que fue remozando con el tiempo y es uno de los shows más vistos de la escena standapera porteña. Con él debuta esta noche en Mendoza, con una función en el teatro Selectro.
Casada con el conductor y actor Sebastián Wainraich, en paralelo comparten este desafío de subirse al escenario y hacer reír. Pero su trabajo en la pantalla como locutora en "AM", el magazine de Telefé, en radios porteñas y la edición de dos libros "Entregada al ridículo" y "Cosa de minas", hacen de Dalia Gutmann una figura multifacética, que gusta por su gracia y carácter intrépido.
Lo que nos toca vivir
En el unipersonal que la tiene como protagonista, Dalia Gutmann explica desde el humor el particular comportamiento femenino. El show provoca una catarsis generalizada en el público, donde la comediante a través de videos, canciones y un monólogo comparte sus experiencias desopilantes y se divierte reflexionando acerca de lo que les toca vivir a las mujeres.
“A mi me gusta mucho las cosas que duran en el tiempo, que evolucionan. Yo tengo dos hijos y si bien no se compara el trabaja con un hijo, es mi pequeño hijito “Cosa de minas” que lo veo crecer. Pienso mucho como mejorarlo.
El show está bastante maduro, se diferencia mucho a lo que era al comienzo. Ahora tenemos canciones, baile, escenografía, no es solo un show de stand up”, cuenta sobre el desarrollo de su espectáculo durante siete años.
-¿De dónde parte el guión del espectáculo?
-Me pasa de todo. Muchas veces es lo que me pasó, otra son experiencias ajenas, que quiero hacerlas arriba del escenario con humor. Si me pasa también con este show, que tengo ganas de decir algo y hasta que me cae el chiste, pueden pasar cuatro años.
Por ejemplo ahora estoy introspectiva con el tema del autoestima, tratando de descifrar que me pasa, cuando me sube y me baja la autoestima. Y después trato de buscar la madera humorística. Pero tiene que ver con lo que me pasa, con lo que escucho y materiales que tengo dando vuelta en la cabeza.
-Se nota que el humor es una parte fundamental de tu carácter. En tu vida en general, ¿tenés buen humor?
-Ojalá viviera de buen humor, me encantaría (ríe). Trato de tener buen humor. Me pasa como a todo el mundo, voy cambiando de estado anímico. De alguna manera mi trabajo es estar de buen humor. No puedo estar arriba del escenario mal. Es parte del trabajo.
Pero abajo del escenario soy bastante más tranquila. Incluso antes de subirme al escenario, estoy relajada y dosifico la energía. Mi laburo es estar de buen humor, pero en la vida tengo momentos como todo el mundo.
-Cuándo comenzaste con el stand up, ¿te imaginaste que ibas a construir una carrera de comediante?
-Al principio, lo comencé como un juego, como un hobbie. Soy locutora y trabajaba de periodista, era un juego y de hecho no lo hacía para ganar plata. Y poco a poco, me lo tomé en serio. Siento que la comedia es mi vocación; lo que me hace bien, lo que me sana, lo que disfruto hacer. Es algo que aunque no estoy laburando, siempre pienso ideas nuevas y pensando como mejorar.
Al principio me lo tomé como un juego y ahora tengo ganas de crecer todo el tiempo. Me imagino viejita haciendo monólogos.
-Fuiste noticia por una parodia de una foto hot de Griselda Siciliani, ¿cómo surgió?
-Por un lado, la conozco a Griselda y admiro mucho esa forma de ser que tiene, que no le importa la opinión de los demás. Y después me gusta jugar con eso, porque me parece muy cansador para las mujeres, tener prototipos de belleza tan fuera del alcance.
Es algo que observo que en otros países, el cuerpo femenino está relajado. En cambio acá, todas tienen que ser Pampita. Y Pampita es el 1% de la población. Lo que brego es no disimular las imperfecciones y vivir con eso, siendo felices.
Pero me divierto esto y además Griselda es relajada, no está en pose y no se va a ofender. Por otro lado, me causa gracia porque todas alguna vez, jugamos a ser Mignone frente al espejo.
-¿Qué es lo más loco que te pasó con el público con tu show de stand up?
-Una día tenía que actuar en un teatro muy grande, para 800 personas y ese día me sentía mal. Entonces llamé a la producción, para no me sentía bien, estaba descompuesta. Y me dijeron que no podía suspenderlo.
Fuí al teatro, llegue muy mal y digo: “Voy a hacer lo posible, pero no sé si puedo a hacer esta función”. Entonces me acuestan en un lugar y muchas mujeres me empezaron a rezar para que me pusiera bien. Y después me recuperé y fue una gran función.
Estaba destruida pero subí al escenario estuvo buenísimo. Era gracioso porque venían con variar religiones a rezarme. Lo ecuménico funcionó.
La ficha
Cosa de minas
Actúan: Dalia Gutmann.
Día y hora: hoy, a las 22.
Lugar: Teatro Selectro (Capitán Fragata Moyano 102, Ciudad).
Entradas: $250 (general) y $300 (vip), en boletería del teatro y www.comedia.com.ar