El Dakar 2017 terminó y dejó imágenes increíbles de hazañas, paisajes, autos, camiones y motos.
Todos los pilotos que participaron tuvieron que lidiar con las dificultosas dunas, las tormentosas lluvias y los estruendosos ríos del tramo total.
Podio de campeones
La mejor foto
Lo mejor: el reconocimiento cuando fue el turno de los argentinos más destacados de cada categoría, Orlando Terranova, sexto en autos; Pablo Copetti, tercero en cuatriciclos y el mejor del país en la general; Federico Villagra, cuarto en camiones, y Franco Caimi, octavo en motos.
Pablo Copetti, el argentino que hizo podio
Olry Terranova y su hija
Lógicamente los aficionados valoraron la nueva conquista del estelar francés Stéphane Peterhansel, quien es el máximo ganador de la competencia, ya que entre entre motos y autos acumula 13 títulos.
En definitiva, se vieron los rostros y las máquinas de los campeones y también de quienes perseveraron y supieron los obstáculos que hallaron a lo largo de 4 mil kilómetros cronometrados y mucho más de recorrido para arribar a la meta.
Abriendo paso
Una multitud de fanáticos recibió embelesada a los pilotos que arribaron a la meta de la trigésimo novena edición del rally Dakar 2017, que terminó hoy su recorrido en Buenos Aires, tras pasar por Paraguay y Bolivia.
Aunque el caucho quemado se conjuga con más de 30 grados de temperatura, la gente se agolpa desde las 2 de la tarde en la Avenida del Libertador, una ancha arteria de la zona norte de la capital argentina.
Todo es posible
Perdidos en las dunas
La multitud se divide entre fanáticos de la competencia, que portan carteles y remeras alusivas, y los ocasionales curiosos, que hacen de la llegada del noveno Dakar sudamericano su paseo al aire libre en un sábado de verano.
En medio de la temporada estival en la que muchos partieron de vacaciones, la aparición de un espectáculo gratuito de tamaña magnitud es una atracción para los niños y un alivio para los golpeados bolsillos de aquellos que no pudieron pagarse un descanso, en momentos en que Argentina se encuentra en recesión.
Los accidentes del Dakar 2017
El calor y color cuando Marcos Quispe, un boliviano de La Paz de 34 años, empuñó un cartel en homenaje a los "pilotos latinoamericanos", mientras su hijo, Samuel, de seis, mira como un poseso pasar a Rudolf Lhotsky, un piloto checo que terminó en el puesto 82 de las motos.
No importó su lugar en la clasificación: Lhotsky está loco de contento y choca las palmas del público al subir a la rampa de llegada.
La sensación de los pilotos que llegan parece la misma: han batido al destino, a la naturaleza y a la mecánica.
Esa sensación parece replicarse en un público que se cuelga de las vallas y alienta a todos, desde un corredor portugués llamado Joaquín Rodríguez, que está feliz de haber debutado con éxito en la competencia, hasta el multicampeón Stephane Peterhansel, que alcanzó la cifra de siete títulos en autos (2004, 2005, 2007, 2012, 2013, 2016 y 2017) y otros seis en motos (1991, 1992, 1993, 1995, 1997 y 1998).
Los niños parecen considerar superhéroes a los pilotos del rally Dakar.
Un padre lleva en los hombros a su hijo, que indaga los motivos por los que cada piloto festeja casi por igual: "Los aplauden porque pusieron esfuerzo para llegar, Tomi. No importa que no hayan salido primeros. Hace un montón que vienen corriendo y pudieron terminar", responde.
Girando a toda velocidad
Cuestión de creer
Entre callejones
Heroes del Dakar
Símbolo argentino
Reviví el final del Dakar
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