Marley es uno de los conductores más queridos de la TV argentina y uno de los influencers que más reacciones genera en las redes sociales. Sus perfiles -sobre todo en Instagram- se mantienen siempre actualizados con fotos y videos de sus producciones televisivas, publicidad o escenas de la vida cotidiana.
Así, en esa actitud por mostrar su vida diaria a veces suelen ‘pasar’ situaciones que no estaban programadas o pensadas que luego terminaban haciéndose virales. Tiempo atrás, un tuitero se dedicó a deschavar todos los rincones de la enorme residencia del mediático en un barrio privado.
En esa oportunidad, quedaron expuestos algunos sectores de la vivienda un tanto descuidados, como una parte de la medianera rajada y apuntalada con palos y mallas metálicas o el desorden interno de la casa, propio de la presencia de un niño que juega por todo el hogar.
Pero como Marley está acostumbrado a recibir celebridades, y por consiguiente compartir en las redes cada visita, suelen escapársele algunos pequeños detalles que sus fans y seguidores se lo hacen notar al instante. Fue justamente esto lo que pasó hace un par de días, cuando Lali Espósito visitó a Mirko y al conducto: la cantante y actriz se puso a jugar con el pequeño y el conductor de ‘Por el Mundo’ grabó la escena que luego subió a Instagram.
Lali estaba sentada sobre el piso y acompañaba al hijo del mediático, quien armaba una torre con piezas de plástico y una ‘rotonda’ que circundaba a las piezas levantadas y ensambladas. Luego de terminarla, la cantante lo felicitó y le dio un fuerte abrazo pero Mirko escapó entre risas y tanto la artista como Marley salieron en su ‘persecución’ por toda la casa.
Allí fue cuando quedó en evidencia el ‘desorden’ en el inmueble: se vieron cajas apiladas en un pasillo, juguetes por doquier, bolsas sobre la mesa principal e incluso luces preparadas para un estudio de filmación.
Lejos de hacerse problema, el mediático se dedicó a disfrutar de la escena familiar junto a la compañía de su amiga y de Mirko, sin prestarle atención a los comentarios en las redes o cualquier otra especulación que lo aleje de lo que verdaderamente importa: la felicidad de su hijo.