“Toda la vida luché por ser famoso y de repente aparecí en un programa como el ‘Bailando’. Pero la vida me quitó el poder de demostrar lo que sé hacer porque no puedo bailar, ni moverme. Y eso es lo que no entiendo, me da mucha frustración. Podría hacer teatro y no puedo ni caminar. Quiero recuperarme y hacer todo lo que tengo que hacer porque la vida que estoy viviendo, ahora no es vida”, dijo Ricardo Fort tres semanas antes de morir en una entrevista exclusiva por teléfono desde Miami, para el programa de Mariana Fabbiani. “Toda mi vida sentí que me iba a morir joven. Hay momentos en el día que nadie puede entender el dolor que tengo. Es tan fuerte”.
El jueves 21 de noviembre a la madrugada, el millonario ingresaba a un lugar que había jurado no volver a pisar: el Sanatorio de la Trinidad, del barrio porteño de Palermo. Allí había sido internado un año antes para la operación de rodilla que le impediría volver a bailar.
A pesar de ser un “paciente rebelde” que llegaba a fumar en su habitación y automedicarse, fue admitido en una habitación común. Allí solo duraría tres días, antes de sufrir una hemorragia que terminó provocándole un paro cardíaco.
En su primer día, el mediático grabó un mensaje para sus fans, que subió a su canal de YouTube, sin saber nadie que sería la última vez que se dirigiría al público: “Hola chicos, les habla Ricardo Fort. Estoy en la clínica La Trinidad, me vine 15 días de spa para que me mimen, me cuiden, comer cosas ricas, que los médicos me curen de todo lo que tengo que curarme y salir diez puntos para disfrutar la vida. Así que les mando un beso grande a todos mis fans, a toda la gente que me quiere. Los quiero, gracias por seguirme”.
El 2013 había comenzado con complicaciones para el magnate del chocolate. A principio de año había sido internado por una intoxicación abdominal y poco después trascendió que se había vuelto adicto a la morfina, fármaco con el que trataba de calmar sus dolencias, sobre todo el mal que tenía en las rodillas.
“Va a tener que cambiar su estilo de vida, sus hábitos. Fort es adicto a la morfina, seguramente desde hace dos años. Esto puede traer trastornos en general de la persona. Él se automedica”, dijo en ese entonces su médico personal Alejandro Druetto.
Su final casi parecía anunciarse desde joven, cuando comenzó a tomar hormonas y anabólicos para poder conseguir “la figura perfecta”. Los problemas de salud eran hereditarios. Su padre y su hermano habían tenido problemas de columna, pero el mediático nunca se cuidó. Incluso, en su afán de fama, fue parte durante unos años del programa de Marcelo Tinelli, Bailando por un sueño, primero como concursante después como jurado.
Ya en el último tiempo, el famoso había hecho algunas publicaciones preocupantes en su Twitter. Incluso publicó una foto de un auto escribiendo: “Último regalito de cumpleaños, Rolls Royce Ghost”.
El 25 de noviembre, Ricardo sufrió una hemorragia de la que no se recuperó y falleció a las 4.40 de la madrugada. Sus hijos, Marta y Felipe, quedaron bajo el cuidado de su pareja Rodrigo Díaz, con quien los había criado los pocos años que pudo disfrutar con ellos.
El 5 de noviembre, Marta había publicado una foto de su “primer recuerdo” con su papá, en conmemoración de su cumpleaños: “Hoy por hoy tengo la memoria muy borrosa, pero recuerdo también cuando con mi hermano nos escondimos jugando en un local de ropa y mi papá hizo cerrar el local entero para buscarnos mientras llorábamos de la risa”, escribió la joven recordando a su papá.
