El estreno de la tercera -y última- temporada de Luis Miguel, la serie en Netflix es el tema de conversación por excelencia hoy, en Argentina y en toda América Latina. Y es que la serie biográfica que repasa la vida, obra y los resonantes escándalos en torno al cantante mexicano Luis Miguel Gallego Basteri -la serie cuenta con el aval del Sol de México y él en persona es quien ha elegido cómo mostrar su propia vida- sigue siendo uno de los contenidos más exitosos de la historia de la plataforma de streaming.
De entrada en el primero episodio de esta tercera temporada de Luis Miguel, la serie, la trama incluye a una de las figuras que serán fundamentales. Y no hablamos solamente de la serie, sino también de la historia real de Luis Miguel. Se trata de la talentosa cantante estadounidense Mariah Carey, con quien Luis Miguel mantuvo uno de sus tantos romances. Pero que, a diferencia de muchos de los anteriores, se convirtió en una relación mediática, que atraía magnéticamente a los flashes y cámaras de video. Y que ellos mismos, sus protagonistas, se encargaron de hacer lo más visible y pública que pudieron.
Incluso, fue la propia Carey quien intentó lanzar -y con fuerza- la carrera como actor de cine de Luismi, tras convencer al director de la exitosa película La Máscara del Zorro de que le diera el protagónico del querido superhéroe al cantante. Sin embargo, este último lo rechazó por cuestiones de agenda y así fue como finalmente Antonio Banderas ocupó este lugar, acompañando en el elenco a Catherine Zeta-Jones y a Anthony Hopkins (algo que también se aborda en la serie).
Pero, tras 3 años de lujos, amor y sonrisas para las cámaras, la relación entre ambos terminó de la peor manera. Y con rumores y sospechas de infidelidad salpicando a ambos protagonistas, así como también de celos profesionales que surgieron entre ambos cantantes.
¿Amor a primera vista?
En 1998, Luis Miguel y Mariah Carey se cruzaron por primera vez. Fue durante una estadía en la exclusiva zona de montañas y esquí ubicada en Aspen, en Colorado. Y Luis Miguel fue quien primero quedó cautivado por Carey. Mientras que el mexicano intentaba posicionarse en Estados Unidos -tras su abrumador éxito en América Latina-, la cantante nacida en Nueva York era una de las voces más queridas y destacadas de Estados Unidos. Mariah acababa de divorciarse entonces de Tommy Mottola, músico devenido en un exitoso empresario y quien actualmente está casado con la mexicana Thalía.
Y aunque en la serie de Netflix se muestra -o al menos es la versión que intenta hacer conocida el propio Luis Miguel- que es él quien primero se percata de su presencia y queda fascinado por su belleza -incluso muestra que le invita una botella de un costoso vino, rechazada por los guardias de seguridad de Carey-, en su autobiografía Carey da otra versión de ese primer encuentro.
La cantante resalta que le llamó la atención la cantidad de bebidas alcohólicas que había consumido el cantante nacido en Puerto Rico y naturalizado mexicano. Y describe ese primer encuentro como “traumático”, a tal punto de que debió pedirle a un sobrino que vaya a buscarla al restaurante para sacarla del apuro.
Tras caer en la cuenta de la triste primera impresión que había dejado para con Mariah, Luis Miguel intentó disculparse y le envió un costoso collar de diamantes a Carey con una nota donde le pedía disculpas.
Así fue como se conocieron Mariah Carey y el popular cantante mexicano, y así fue como comenzó el intenso y mediático romance que se prolongó entre 1998 y 2001.
Lujos y ostentaciones
Desde ese momento ambos quedaron impactados el uno con el otro. Y, como no podía ser de otra manera, la prensa se posó sobre este mediático romance. Por un lado, un Luis Miguel que era sensación en América Latina e intentaba dar sus primeros pasos en Estados Unidos, donde ya había grabado con Frank Sinatra y hasta había cantado en el cumpleaños de La Voz (fue el único artista latino invitado). Por el otro, una Mariah Carey que no dejaba de deslumbrar con su mágica, potente y dulce voz en el siempre demandante y exigente público norteamericano.
Desde el comienzo, la relación entre ambos músicos parecía estar destinada a ser la comidilla de los medios de comunicación y de los paparazis que adoran hacerles marca personal a las figuras. Pero, siendo sinceros, también era una relación dirigida a culminar en escándalo.
La feliz pareja no tenía reparos y ni siquiera se molestaba en ocultarse durante sus lujosos viajes por distintas partes del mundo (tan exclusivas como Aspen e, incluso, más). Paseos en limusinas, costosos collares y otros lujos y ostentaciones marcaban el día a día de esta popular pareja. Incluso, siempre estuvo el rumor de que -estando alojados en Capri (isla de Italia)-, Carey alquiló 8 propiedades contiguas a la que estaban habitando ellos para que nadie siquiera pudiera molestarlos alrededor,
Crisis, separación y celos
Fiel a su estilo, y más allá de lo sobre expuesta que fue la relación con Mariah Carey, Luis Miguel nunca se refirió en público a este romance. De hecho, recién hubo que aguardar hasta el estreno de la tercera temporada de Luis Miguel, la serie -es decir, ayer, jueves- para conocer la versión desde la óptica del cantante naturalizado como mexicano.
Quien confirmó la ruptura oportunamente fue la propia Mariah Carey en 2001, en el mismo momento en que el amor había llegado a su fin.
En cuanto a los motivos de la ruptura, nunca fueron confirmados por los protagonistas -de forma oficial y en sus propias palabras-. Pero las versiones más contundentes hacen alusión a una supuesta infidelidad por parte del mexicano, algo que se convirtió en una constante a lo largo de todos los romances que se le conocieron.
Otro de los aparentes motivos que podrían haber desgastado la relación tienen que ver con celos. Esta pareciera ser la versión que el mismísimo Luis Miguel intenta reforzar a instalar en la serie de Netflix -que cuenta con su supervisión-. Y allí se ve a un Sol de México visiblemente celoso de la fama que tiene Carey en Estados Unidos, precisamente un mercado en el que le costó -y mucho- instalarse a él.
También se muestra la bronca que le genera a Carey el hecho de que Luis Miguel haya renunciado a tener el papel protagónico de la película La Máscara del Zorro, papel que ella le había conseguido. En la producción audiovisual se muestra a una Mariah enojada por el hecho de que Luismi haya dejado pasar esta oportunidad. En ese sentido, se lo ve al cantante que elige priorizar una oportunidad para instalarse musicalmente en el mercado estadounidense, aunque ello le implique renunciar a su naciente posibilidad de ser una estrella de Hollywood.
Otro de los factores que pudo haber influido en la separación fue tocado en la última temporada de Luis Miguel, la serie. Se trató de una aparente serie de celos artísticos por parte de Luis Miguel, pues la popularidad de su entonces pareja era más fuerte que la de él en Estados Unidos.