Hace exactamente 37 años, Michael Jackson lanzaba al público un video que rompió con los esquemas de las propuestas musicales del momento, llegó a invadir los oídos y cabezas de todo el mundo y terminó convirtiéndose en una representación de perfección en lo que videos musicales se refiere. “Thriller”, dirigido por John Landis y perteneciente a un disco con el mismo nombre, ha logrado llegar al puesto número uno siendo el video con mayor reproducciones en toda la historia: 4 billones.
Actualmente, no hay quien no conozca el pegajoso ritmo de la canción de uno de los más importantes símbolos de la música. En 2009 el video fue declarado Patrimonio Histórico por el Congreso Nacional de los Estados Unidos e incluso fue el primero en incluirse en el Registro Nacional de Cine. Lo describieron como “cultural, histórica y estéticamente significativo”.
Con medio millón de dólares encima, el pseudo film ha sido aclamado a lo largo del tiempo por los críticos, que lo definen como una perfecta combinación de música, historia y coreografía, además de poseer un impresionante despliegue escenográfico y de vestuario. Un detalle que fue conocido mucho tiempo después, es que la mayoría de los trajes fueron hechos ropa donada al Ejército de Salvación, en un intento de aligerar gastos. Años después, esa ropa usada sería subastada por casi dos millones de dólares.
Con una narración más bien cinematográfica, Michael y su “novia” ficticia van a ver una película y en la vuelta terminan siendo perseguidos por zombies bailantes, los mismos que aparecían en el terrorífico film del que escapan. Fue idea de Jackson dejar de lado la tendencia de la época, que se dedicaba a retratar a los cantantes y mostrar videos más bien abstractos, para proponer una idea nueva: contar una historia con la música, pero a modo de película.
En un principio su propuesta fue desestimada. Incluso Sony Music se negó a financiar la producción porque consideraban que sería un fracaso poner tanto dinero en una idea que seguro fracasaría por ser “poco práctica”, sobre todo por su extensión (de 13 minutos). La propuesta superaba por el doble la canción que Queen había sacado 8 años antes, “Bohemian Rapsody”, de 6 minutos. Pero ante el inminente éxito de Thriller, que era pasada antes de cada película en los cines, terminó ganando un lugar especial en la programación del canal MTV, que lo llegó a pasar hasta dos veces por hora, ocupando la mitad de sus emisiones.
La temática con la que Michael se había “encaprichado” tampoco convencía a los productores. Terror y baile parecían una combinación extraña y sin éxito para la audiencia. Al final, la escena del baile “zombie” con el estilo coreográfico extraordinario que siempre caracterizó al cantante, se convirtió en una de las secuencias pop y culturales más reproducidas. El álbum “Thriller”, nombre que suplantó a “Starlight” por recomendación de su escritor Rod Temperton, es el más vendido de la historia de Estados Unidos.
Un dato que pocos conocen y que casi genera la destrucción de este famoso video, fue que al ver la cinta terminada, Michael Jackson casi decide eliminarla y nunca presentarla al público. El cantante era testigo de Jehová, y sintió en un momento que la idea que había creado iba en contra de sus creencias.
“Dadas mis fuertes convicciones personales, quiero expresar que este filme no implica creencias en el ocultismo”, es la frase que introduce “Thriller” y el mundo entero agradece esas palabras. Si no fuera por ellas, el video más famoso de toda la historia habría sido cenizas y el universo musical tal vez todavía divagaría en videos inentendibles, donde música e historia viajarían al paralelo sin nunca mezclarse.
