Teresa Calandra es una de las ocho participantes de la nueva temporada de El gran premio de la cocina, en la que compiten famosos. Y aunque está muy contenta con la convocatoria y con el trato que recibe en el certamen, no la está pasando nada bien en los desafíos.
“Sufrí mucho en la primera semana porque me tensiono, me pongo nerviosa porque me gusta hacer las cosas bien, con tiempo”, explicó en una entrevista con Pasa Montagna en Radio Rivadavia. Y aseguró que desde que empezó el programa le dedicó largas horas a la cocina.
“Estoy practicando algunas recetas para este nuevo desafío que me ha tocado en la vida inesperadamente. Mis conocimientos de cocina son básicos, yo cocino muy simple, pero hay un reloj que correr muy rápido, no están los elementos uno usa en su casa y las cocinas son muy modernas, todas con botones. Yo estoy acostumbrada a otra cosa y para mí es todo nuevo”, señaló en diálogo con Pablo Montagna y su equipo.
Pero a raíz de los nervios que sintió en los primeros programas, se propuso tomar su paso por el certamen que conduce Carina Zampini de otra manera. “Trato de tomármelo con humor. No soy cocinera ni pretendo serlo. Estoy agradecida de que hayan pensado en mí”, subrayó.
Teresa Calandra cambió la forma de cocinar en su casa
Por otro lado, la modelo y empresario reveló que su paso por el certamen afectó la forma en la que cocina en su hogar. “El otro día volvía del canal, estaba mi marido que salía de su oficina tomando un café con leche y me preguntó que había cocinado pero yo no me acordaba, de tantas cosas que había hecho. Me puse a cocinar un pollo al curry y lo hice en veinte minutos. ‘¿Qué estás haciendo? ¿Por qué estás corriendo?’, me preguntó mi marido y yo estaba con el rejos en la cabeza como en la competencia”, relató.