La Voz Argentina sigue sorprendiendo con talentos que se escondían por toda la Argentina y que hoy tienen oportunidad de mostrarse en vivo y a todos los televidentes a través del programa. En la última edición, se presentó un joven oriundo de La Providencia, Santiago del Estero, que generó una muy buena impresión en los cuatro jurados. Pablo Araujo se declaró un fanático aguerrido de Soledad Pastorutti, por lo que su elección ya estaba casi decidida desde que ella apretó el botón y dio vuelta la silla.
A pesar de que se dedica a las tareas rurales, su pasión es el canto. “Vivir acá es muy difícil. Aquí no hay electricidad, sólo contamos con paneles solares. Y en cuanto al agua potable, lamentablemente, no tenemos tampoco”, contó del lugar en donde vivía. Fue entonces cuando confesó que la música había llegado a su vida de la mano de sus hermanos y “con el cancionero de La Sole”.
“Me gusta mucho tu voz, me encanta haberte escuchado cantar no folklore, porque quizá no sé si hubiese conectado de la misma manera. Y porque, además, me gusta esta versatilidad”, le dijo entonces la cantante y su bienvenida fue insólita: comenzó a cantar estrofas de Entre a mi pago sin golpear, chacarera de Carlos Carabajal y Pablo Raúl Trullenque.
Pero sin perder su oportunidad, el joven se le unió y cumplió otro de sus grandes anhelos, el de cantar con la intérprete de las canciones que escucha desde chico.
Luego el escenario se transformó y ambos comenzaron a bailar una chacarera, con Araujo zapateando. Un sueño cumplido. “Me encantaría darte un abrazo, me hiciste muy feliz”, le dijo entonces la cantante de Arequito. Y el participante le confesó: “Soñaba con que te dieras vuelta vos”.
Sobre Pablo Araujo y su presentación
“Hay muchas circunstancias que han hecho de mi vida una gran experiencia. Y, realmente, es un honor estar aquí delante de todos ustedes. Es un sueño cumplido. Gracias”, dijo cuando le consultaron por su sueño y participación en La Voz.
Su presentación fue con el tango Sin lágrimas, de José María Contursi y Charlo, que conmovió especialmente a Soledad, pero no se comparó con la felicidad del joven cuando ella le pidió que fuera parte de su equipo.
“Me encanta el folklore y me encanta el tango. Es la música que me identifica y la música que me encantaría que trascienda en los diferentes festivales del país a través de las nuevas generaciones”, dijo cuando Ricardo Montaner le consultó sobre la elección de su repertorio para presentarse. Y que buena elección, porque La Sole confesó que fue la canción lo que hizo que conectaran.