Soledad Pastorutti es una de las artistas más queridas, sabe cómo reinventarse y así cautivar a nuevo público y seguir enamorando al de hace décadas atrás, cuando se subía al escenario con su clásico poncho y lo revoleaba con todas sus fuerzas.
A diferencia de muchas figuras, la coach de “La voz Argentina” decidió mantener sus raíces y vivir junto a su familia en su pueblo natal, Arequito, en Santa Fe. Desde allí sale a Buenos Aires para cumplir con todos sus compromisos laborales como también al resto de las provincias cuando está de gira.
La Sole vive en una casona ubicada en las afueras del pueblo, sobre la ruta. Vive con Jeremías, su novio desde la adolescencia y esposo desde el 2007; y con sus hijas Antonia (11) y Regina (8).
La actividad de Soledad en las redes ha crecido un montón y siempre comparte momentos divertidos que viven los cuatro. Como ahora, que subió a su cuenta de Instagram un video en el que compila todo lo que hizo este domingo. Claro, la artista no pierde oportunidad para invitar a todos sus fanáticos a sumarse a los shows presenciales que dará en unos días.
“Feliz domingo para toda la juventud!!! En familia todo siempre es hermoso!!! Pensar que el próximo fin de semana largo voy a estar cantando para todos ustedes en el @movistararenaar. Los espero? Los espero siiii!!!!”, escribió la artista que se quedó con el trofeo en “La voz Argentina” gracias al triunfo de Francisco Benítez, el músico de Córdoba que integró su team.
Así fue el domingo de campo y familia de Soledad Pastorutti
Ansiosa por volver a verse con su público cara a cara, Soledad Pastorutti comparte a diario momentos de la previa de los recitales. Se la ve practicando coreos, probando sonido y vestuario, pisando el escenario pero también, relajada y a la espera de las fechas más lindas de su carrera.
La cantante que está por cumplir 41 años llamó “Parte de mí” a estas presentaciones y le hace honor al nombre con las publicaciones de Instagram.
Y es que este domingo a la noche subió un video donde se la ve en el campo, con sus hijas y marido, disfrutando de una jornada al aire libre. No faltó el picnic con asadito, mates, heladerita, risas, diversión en el río y hasta caña de pescar.