Alejada desde hace un tiempo de los medios de comunicación, Silvina Luna está instalada en Bocas del Toro, Panamá, un lugar que había sido su destino de vacaciones por cuatro años seguidos, y que ahora es su residencia permanente.
La modelo optó por alejarse de todo lo que vivía en Argentina, lejos de la exposición que tenía para estar mucho más relajada y creó un emprendimiento espiritual al que denominó “Simple y Consciente”: “Un espacio de experiencias transformadoras, de búsquedas y encuentros, que da la posibilidad de repensarnos y darnos la oportunidad de crecer en tribu”, había explicado en sus redes, súper contenta por su nuevo proyecto.
Esto generó descontento en las redes, donde varios usuarios concluyeron que: “Solo empresarios millonarios pueden vivir esa mentira. ¿Qué comen? Frutos del bosque”, fue el principal reproche hacia Luna, que tuvo que salir a responder y explicar cómo es su licenciosa vida.
“Si querés vivir en un lugar así, se convierte en realidad y los recursos aparecen. Te lo aseguro. Acá vive gente de todo tipo, no solo millonarios. Hay gente trabajadora, emprendedores locales… la verdad es que se puede llevar una vida sin grandes lujos porque no los necesitás. ¡Y la madre naturaleza también te provee de recursos! Te propongo cambiar las excusas y los ‘pero’, por los sí se puede”, se defendió Silvina.
La ex Gran Hermano aseguró que tomó esta decisión porque “Perdí mi salud, afectos…Caminé sola y me desconecté, muchas veces viajando, para reencontrarme. Un día me pregunté quién quería ser yo realmente, entonces decidí rediseñarme. Y en ese rediseño encontré nuevas acciones (pequeñas acciones diarias), en coherencia con quien quería ser y que me lleven a nuevos objetivos y, por ende, a lograr otros resultados. Entonces seguí creando, aprendiendo de lo que me funciona y de lo que no”, sentenció la mediática.