La pandemia representó un fuerte golpe para la industria audiovisual y muchos proyectos quedaron truncos a raíz de la expansión del coronavirus. En este contexto, los trabajadores de El Reino, la nueva serie de Netflix que se estrenará el 13 de agosto, contaron con la suerte de ser los primeros en volver al ruedo, a mediados de 2020. Sin embargo, más allá de la alegría por tener trabajo, Joaquín Furriel tuvo miedo.
“Fue complejo. Raro. Creo que a todos nos afectó sensiblemente el confinamiento con particularidades. No se puede generalizar, pero yo no tenía muy claro cómo me iba a encontrar a la hora de filmar o cómo iba a estar mi inteligencia emocional para resolver las escenas”, reveló el actor en una entrevista con Para Ti. Y enfatizó: “No sabía si algo me hacía sentir mejor o peor después de una experiencia de tantos meses sin trabajar”.
Pero más allá de la incertidumbre que le generaba no saber cómo iba a desenvolverse en el set de grabación, quedó muy conforme con el proyecto que comparte con Mercedes Morán, Diego Peretti, Nancy Dupláa, Peter Lanzani, Chino Darín, Vera Spinetta y Sofía Gala, sobre todo por haber hecho un trabajo en equipo.
“Los disfruté mucho como espectador porque es un proyecto que lo considero coral. Es muy diferente a cuando vos haces un personaje que protagoniza la historia y sos el driver, el que va llevando todos los conflictos que van pasando en la trama. Acá no. Salvo lo que yo hice, todo lo demás lo vi como un espectador. Disfrute muchísimo las historias y del gran trabajo que están haciendo mis compañeros. Es un elenco extraordinario”, destacó en diálogo con el periodista Leandro Mazza.
Joaquín Furriel y su mirada sobre la política argentina
La historia creada por Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro cuenta la historia del pastor Emilio Vázquez Pena (Peretti) quien busca convertirse en el nuevo presidente y Eduardo Osorio (Furriel) será su inescrupuloso jefe de campaña. A raíz de este papel, el galán dio su mirada sobre la política argentina.
“Yo creo que cada sociedad tiene sus complejidades. Habiendo tenido la posibilidad de viajar por trabajo o recreación, la Argentina no está exenta de muchos conflictos. Nos resulta más fácil a todos depositar toda nuestra frustración en la política, ¿no? También es cierto que la misma persona que se enoja y habla de la política de esa manera, muchas veces es la que no respeta las sendas peatonales o tira basura en la calle. En los mínimos detalles tiene un civismo cuestionable y exige a los políticos en lo cotidiano”, expuso.