Sociedad
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hace 1 hora
La noticia del año no deja de ser noticia. Esta vez, la historia no pasa por un tema de herencias o temas legales sino más bien sobre uno de los personajes clave del triste desenlace.
Carlos Días fue el psicólogo de Maradona hasta que su cuerpo dijo basta. Un mes antes de la desaparición física, el terapeuta confiaba en una pronta recuperación en su casa Nordelta y fue una de las personas encargadas de hablar con la prensa en todo el proceso, inclusive en el final.
Se trata de un muchacho joven, especialista en adicciones y uno de los pocos sujetos que había logrado convencer a Diego de seguir un tratamiento que le ayude a superar la enfermedad que lo afectaba. Es que a Maradona no le gustaban los psicólogos y teniendo en cuenta la buena relación entre los dos, en ese entonces, se podía decir que todo marchaba bien desde un plano mental.
Lamentablemente, tras el fallecimiento, algunos de los miles de “allegados” de Maradona e inclusive ciertos “periodistas” pusieron en tela de juicio el trabajo de Díaz dando a entender que el paciente no se había recuperado del todo en lo que respecta a dependencias tóxicas.
Finalmente, la autopsia reveló que el corazón de Diego Maradona pesaba el doble que uno normal pero la verdad es que ese dato médico no en concluyente en relación al estado psicológico general de Diego ya que la causa de muerte también pudo tener origen en otras patologías prexistentes y diagnosticadas.
Según el portal Teleshow, Díaz fue convocado al grupo de recuperación poco antes de su cumpleaños para asistirlo con un posible cuadro depresivo. “Mi participación tiene que ver con lograr la abstinencia completa de Maradona” dijo.
Experto en adicciones, terapista cognitivo y docente de la USAL, el hombre que acompañó afectivamente a Maradona, cuenta con antecedentes profesionales sobresalientes.
¿Cómo llega Díaz a la vida de Maradona?
Si bien no se conoce el nexo inicial entre la familia y Díaz, si se sabe que el licenciado tenía buena relación con Dalma y Gianinna quienes eran las primeras en conocer las novedades desde el plano mental y anímico.
Inclusive una de sus primeras intervenciones profesionales fue interceder con familiares y amigos para “darle aire” al paciente cuando quería estar solo. Cuidar el espacio privado de Maradona fue una de las últimas tareas. En ese entonces, Diego se negaba a ver a su nieto e inclusive al propio Díaz. pero la buena noticia llevaba 14 días sin tomar alcohol, su peor aliado en los últimos meses.
Impotencia
El último contacto entre Díaz y Maradona fue el 15 de noviembre y el panorama en ese entonces era más grande que una depresión. Esa variable, de alguna forma, explica el aislamiento voluntario que no discriminaba entre médicos y familiares cercanos como Benjamín. Pero, la sensación aún es de impotencia ya que en las últimas sesiones Diego se “abrió más” y pudo tocar temas “profundos”. Lamentablemente, no fue suficiente.
Lo cierto es que la mira de los “responsables” nunca apuntó sobre Díaz como si sucedió con Leopoldo Lúque, su médico personal que también participó de la operación para extraer el edema cerebral a principios del mes pasado. Finalmente, la justicia nunca dio señales sobre un eventual proceso por mala práxis y en conclusión, todo pareciera indicar que el barrilete cósmico se dejó caer por decisión propia.
Otro aspecto que no podemos dejar de tener en cuenta sobre Díaz es la participación que tuvo el terapeuta en las capturas de chat que se filtraron de dos grupos de WhatsApp en los que se podía ver como el equipo médico interactuaba con la familia. A partir de las pruebas que no tardaron en viralizarse, se comprobó la buena relación que tenía Carlos Díaz con las hijas de Maradona.
En su declaración ante la justicia, el psicólogo dijo “Diego murió acompañado de su psiquiatra Agustina Cosachov y todas las personas que ese día estaban en la residencia de San Andrés.
hasta el momento, Díaz no ha sido citado por segunda vez a una dependencia judicial y tampoco le decomisaron el celular, como si sucedió con Cosachov y Luque.
Todo indica que aún quedan lagunas en esta nota y se espera que, con el tiempo, Díaz pueda aportar más a la causa pero también hay que aclarar que además de ser una de las últimas personas que lo vio con vida, Díaz también fue su terapeuta y posiblemente nunca sepamos nada por motivos de secreto profesional.
Los audios que se filtraron sobre la psiquiatra
Díaz, como el resto de los presiónales médicos que que atendieron a Diego en sus últimos días estaban a cargo de Agustina Cosachov y Leopoldo Luque. Te mostramos un video con los audios de WhatsApp que se filtraron en el que se escucha a la psiquiatra hablado con la familiar.
