Todos recordamos la primera edición de “Gran hermano”, el reality en el que varios desconocidos vivirían en una misma casa y no podían tener contacto con el mundo exterior. Ese 2001 nacieron varios personajes mediáticos como Gastón Trezeguet, Tamara Paganini, Santiago Almeyda y Natalia Fava, quienes hasta el día de hoy siguen siendo pareja.
Patricia Villamea también fue de esa partida y todos la recordaremos por ser la primera persona en abandonar por motu propio el juego. La cordobesa salió del encierro y hoy reconoce que después de su participación se le abrieron las puertas de diferentes maneras y que “todas las personas que están allegadas hoy a mí, vienen de esa época”.
En ese entonces, la mujer tenía 37 años y nunca tuvo intenciones de ingresar al juego, de hecho, mientras ella buscaba trabajo una amiga le pidió que la acompañara al casting y un productor quiso saber su historia: nació en General Deheza, familia tradicional y pupila de un colegio de monjas.
Esos datos sirvieron para que la convocaran y ella aceptó para sumar una experiencia de vida más. Pero no soportó mucho tiempo el aislamiento, cuando quedó eliminada la primera participante, Lorena González, Patricia determinó irse. Hoy son amigas y trabajan en el mismo rubro: Villamea es gerente de ventas de un local vinculado a la construcción y Lore está a cargo de una empresa constructora.
Patricia trabajó muchos años como productora de un canal cordobés y entre los pasillos del estudio conoció a Juan Pablo, su marido y padre de sus dos hijos varones, Lucas de 13 años y Ciro, de 8.
Desde hace más de una década viven en Ezeiza y su vocación giró hacia el mundo de la política; la ex mediática se acaba de consagrar en la primera ex participante de “Gran hermano” en ser precandidata a concejal por el partido Hacemos Ezeiza, el partido de Néstor Franco.
Y en una entrevista exclusiva con Teleshow, confió: “Siempre me dediqué a la parte social, ayudando a comedores, participando en eventos vecinales. Trabajé mucho tiempo para poder ayudar a los demás. Este es un desafío muy lindo, estoy muy movilizada”.
La mujer de casi 5 décadas reveló en algún momento que fueron “conejillos de indias” dentro de la casa más famosa del país y que no se arrepiente de nada, “si tuviera que volver a hacerlo, lo haría. Fue un crecimiento. Gran Hermano me enseñó que no todo es como uno lo imagina. Para mí los valores más importantes son la familia y hoy en día la familia es disfuncional, las cosas van cambiando”.