Pampita caminó alrededor de 40 kilómetros este domingo en procesión para ir a ver a la virgen de Luján y se mostró emocionada de poder cumplir su promesa. La modelo contó los detalles de la peregrinación y por primera vez habló abiertamente de su fe en Dios y sus creencias.
La conductora contó cómo vivió la experiencia de hacer tantos kilómetros a pie, rodeada de amigas, con el firme propósito de llegar a los pies de la virgen para agradecerle por todo lo que le ocurrió este año. Principalmente, quiso dar las gracias por el nacimiento de su quinta hija, Ana García Moritán Ardohain.
“Yo tenía como una lista de la gente que me dijo ‘pedí por eso, pedí por lo otro, lo que sea’, y entre la lista de personas que yo llevaba estaba el marido de Ana Rosenfeld, que está internado desde hace un montón de tiempo”, comentó Pampita.
“Su marido estaba dentro de mis rezos, y también muchos más, así que llevaba mis agradecimientos más los pedidos de gente conocida y querida. Y bueno, que Diosito nos lo cumpla y que el manto de la Virgen nos proteja a todos”, dijo emocionada la modelo.
“La Virgen de Luján es la patrona de nuestra patria, es precioso tener nuestra Virgen y yo no tengo ninguna vergüenza en hablar de las cosas que creo”, reflexionó Pampita y se sinceró sobre su fe.
“Me parece que lo espiritual nos ayuda en un montón de etapas de la vida, así que todavía están a tiempo de buscar lo que les haga bien y de encomendarse a Dios, a la Virgen y a lo que está escrito para cada uno de nosotros, y yo sé que va a escribir cosas muy lindas para mi amiga”, cerró y le tomó las manos a Barbi Franco.
Pampita le rezó a la Virgen en Instagram
La jurado de Showmatch compartió algunos de los momentos de la peregrinación, pero el más emotivo fue cuando llegó a la puerta de la iglesia.
Pampita se tomó una foto en la que se la vio completamente emocionada e invitó a sus seguidores a rezarle a la Virgen junto a ella.
“Recemos juntos…”, les pidió a los usuarios. Y siguió: “Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día, alma, vida y corazón. Mírame con compasión y no me dejes, Madre Mía. Oh señora mía, Oh Madre mía…Yo me ofrezco toda a ti! Gracias por tu protección, tu amor y tu presencia constante en mi vida!”.