Morena Rial está comenzando una nueva etapa en su vida, segura de sí misma y de los logros que ha cosechado a lo largo del tiempo. Ella es emprendedora, vive sola con su hijo Francesco Benicio y está distanciada de Facundo Ambrosioni. En medio de la cuarentena, frenó el reloj y se volcó a las redes para reflexionar.
La joven abrió su corazón con sus seguidores de Instagram y compartió un mensaje profundo sobre su proceso para hoy sentirse con total seguridad antes la vida y todo lo que pasó en el medio. “Puedo observarme pasando frente a un espejo sin agachar la mirada, me celebro posando en una foto grupal sin sentir la necesidad de esconderme detrás de alguien más. Me abrazo todas esas veces que sonrío al ver una foto mía en lugar de llorar. Sí, sucedía. Lo hacía”.
“Posiblemente crecer tenga que ver con ser más fuerte, aunque me gusta darme el mérito por eso. Ni los demás, ni los años, ni el tiempo… fui yo. Fui yo queriéndome sentir mejor, fui yo peleando conmigo misma. Fui yo luchando por poder conseguir aceptarme. Porque un día me grité tanto, me insulté tanto, que pensé que ese era el fondo de mi pozo. Ese fue el instante en que contemple que se había ido la luz y pude preguntarme si quería vivir así”, continuó el mensaje publicado en las redes.
Y a los haters le dedicó un párrafo aparte: “Existían cosas ajenas a mí, como esos comentarios en las redes, que aún sabiendo que no tenía responsabilidad sobre eso, me culpé. Esas noches en que apreté tanto el puño de ira que sentí mis uñas lastimando mi palma y al notarlo culminó el enojo y di paso a la angustia, a esa que surge mientras me pregunto ‘¿por qué me hago esto?’. Esa oscuridad, ese fondo que estaba tocando, lo utilicé para dar intenso impulso a la mujer que anhelaba ser. Una que despierta cada mañana queriendo ser mejor, queriendo sentirse mejor”.
“¿Que si me costó? Aún estoy recorriendo el camino, aún me doy una palmada en la espalda susurrándome que puedo hacerlo mejor. Pero me susurro con amor, me hablo con compresión, me abrazo con respeto. No puedo aceptar la responsabilidad por aquellos que exteriorizan mier... impunes detrás de una pantalla, porque considero que hablar es mucho más fácil que luchar, que opinar sobre la vida de los demás toma menos esfuerzo que ocuparse de la propia”, agregó la hija de Jorge Rial.
En cuanto al presente, Morena dejó en claro lo feliz que está: “Pero me encuentro en la vereda que deseo. Esa que me hace sentir superior por poder hacer silencio frente a aquello que no me compete y pudiendo elegir elogiar aquellos frutos de esas guerras que no vemos y la mayoría de nosotros pasa. Poder aceptar que ser mejor persona también es parte de la mujer que quiero ser. Esa que se abraza y abraza”.
“Y si algo tengo que decirle a esa More, de hace unos años, es pedirle perdón. Y prometerle que seremos más fuertes y felices. Vivan y dejen vivir. Sean felices”, cerró.