Más de 20 años pasaron para que Miriam Lanzoni pudiera contar “una experiencia traumática” de cuando empezaba a dar sus primeros pasos en el mundo artístico. En la últimas horas, la actriz recordó una situación de abuso que le tocó vivir en su primer casting con un actor mayor que ella.
Todo se dio cuando tenía 19 años y llegó a Buenos Aires proveniente de su Chaco natal. “Me pasó con una persona con la cual trabajé, una persona que me ofreció una película y un guión. Imaginate cómo caí…”, dijo en su charla con Juan Etchegoyen en Radio Mitre.
“Me decía que me veía potencial para protagonizar la película. Cuando me dio el guión, me quiso inducir a que yo lo tocara y lo acariciara. Fue horrible. Yo era una nena que no entendía nada de este medio. Una nena a la que le proponen su primer casting y está totalmente desprovista frente a un hombre de 50 años que está laburando en el medio y que le dice que la va a ayudar. Hay un juego de ilusiones con tu trabajo y con tu necesidad”, narró la también panelista.
Notablemente conmovida por el recuerdo, con la voz entrecortada siguió: “Me dijo que me iba a ayudar pero que tenía que hacer esto otro. Obviamente, no accedí. Trató de hacer como si fuese un casting recreando la escena. Lo tengo presente como si hubiese sido ayer”.
“Él llegó y me pidió si tenía un baby doll. Yo estaba con un jean. Me dice: ‘Bueno, vamos a hacer una escena; yo entro, soy tu padrastro, me voy a acostar en una cama y estoy herido’, porque él era policía en la película y yo lo empezaba a curar de las heridas. ¡Mirá qué hijo de puta! El tipo tenía una hija...”, detalló. Y sobre la estrategia que usó el hombre para aprovecharse de ella, agregó: “Vino, se acostó y me dijo: ‘Me vas limpiando y en eso te confundís y me empezás a besar. Yo voy a estar con la camisa abierta, vos bajás y cuando me estás por empezar a hacer sexo oral de la nada yo te digo: ¡¿Qué haces?!’”.
Lanzoni comentó que ella comenzó a recrear la supuesta escena, pero todo se desvirtuó: “Yo traté de hacerlo y mientras lo estaba curando, me dijo: ‘Besame, besame’. Yo le contestaba que no. Ahí me dijo: ‘Mirá que si no te animás acá, con los productores y toda la gente mirando va a ser difícil… Yo me la estoy jugando por vos’. Imaginate en ese momento, mi corazón y mi cabeza diciendo: ‘¿Será así? ¿Será que me tengo que jugar?’. A veces hacés castings donde con tu compañero tenés escenas, pero en una castinera… Hoy está mucho más cuidado todo”.
“El tipo me iba llevando, y cuando vio que no lograba lo que quería, se bajó los pantalones. Me acuerdo que tenía un calzoncillo de seda color bordó. Se puso nervioso. Me dijo: ‘Si querés me visto... Yo estoy tratando de darte una mano’”, recordó.
Y para cerrar, manifestó que luego se lo volvió a cruzar: “Yo vivía con una amiga en ese departamento. Él se dio cuenta y agarró la carpeta, que después me di cuenta de que no era un guión, y se fue. Con el tiempo me lo volví a cruzar. Me lo crucé mil veces. La primera fue en una cena después de una función de teatro. Él estaba con su esposa. Fue mirarlo y decirle: ‘Hijo de puta’. A la media hora se fue. Creo que tuvo miedo”.
