Marcelo Iripino recordó cuando le hacían bullying por ser homosexual: “Me escupían y me pisaban”

El coreógrafo contó cómo fue su infancia en la escuela y cómo logró superarlo.

Marcelo Iripino en Los Mammones.
Marcelo Iripino en Los Mammones.

Marcelo Iripino estuvo como invitado en Los Mammones y no solo hizo un repaso por su carrera de la mano de Susana Giménez, sino también habló de su vida amorosa y de lo que tuvo que pasar para poder ser feliz con su elección. El coreógrafo recordó que le hacían bullying en la escuela por ser homosexual y contó cómo pudo superarlo.

El bailarín reveló que la pasó muy mal en el colegio, que sus compañeros lo molestaban y muchas veces no le daban ganas de ir a la escuela. “Me decían maricón, me escupían, me pisaban las zapatillas. Horrible”, recordó.

Sin embargo, pudo reponerse y salir adelante de eso para poder vivir feliz con su elección. “Ahora lo cuento y digo ‘yo vivo, vivo con lo que soy feliz’. No me importa el resto porque no molesto a nadie, ni Marcelo (su marido) ni yo. Respetamos a todo el mundo”, dijo. Y agregó: “Quiero vivir mi felicidad que antes no lo pude hacer”.

Además, contó que años después se reencontró con uno de los compañeros que lo molestaba, ya con su carrera en televisión hecha y cuando ya era conocido.

“Fijate lo que es la vida que me encontré con un compañero que fue de los primeros que me pisó la zapatilla. Me lo crucé hace unos años y le di un abrazo. ¿Sabés que lo abracé? no le dije ‘che me pisabas las zapatillas que mal tipo que fuiste’ Sentí la sensación de abrazarlo y le dije gracias”, comentó.

Marcelo Iripino.
Marcelo Iripino.

Y resaltó: “La pasé mal pero aprendí. Aprendí porque eso me hizo fuerte. Y el pibe me dijo ‘che loco qué carrera que estás haciendo, te felicito Iripino’ y se le llenaron los ojos de lágrimas”.

Sin embargo, los años en la escuela no fueron fáciles para él, ya que muchas veces tenía que ocultar su verdadera identidad para no ser el blanco de burlas. “No hablaba porque me decían que tenía voz de mariquita. Cuando venían mis compañeros no hablaba o trataba de esforzar la voz”, recordó Iripino.

Y comentó que cuando llegaba a su casa se largaba a llorar y no quería volver a la escuela. “Mi mamá me retaba las zapatillas, pero le decía ‘me las pisan’”, contó y añadió: “Siempre jugaba con las chicas porque no podía acercarme a los varones”.

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