Desde hace varios días, aunque con más fuerza a partir de este jueves por la noche, el mundo (del streaming) solo habla de dos personajes: Diego Armando Maradona y Luis Miguel Gallego Basteri. Lejos parecen haber quedado aquellos días de reinado de El Juego del Calamar, por ejemplo, ya que este jueves 28 de octubre por la noche fueron estrenadas la tercera temporada de Luis Migue, la serie en Netflix y el primer episodio de Maradona: Sueño Bendito en Amazon Prime Video (desde este viernes están ya disponibles los primeros cinco).
Sin embargo, más allá de ser los protagonistas de las series del momento, en la vida real a ambas figuras los unieron varias anécdotas que los tuvieron como protagonistas. Y sin dudas, una de las más curiosas y llamativas fue la que incluyó una invitación del Sol de México al Diego a uno de sus recitales en México, el enojo del futbolista por los lugares que le asignaron y una abundante cuenta en bebida que el campeón del mundo en 1986 le dejó al cantante mexicano a modo de “venganza”.
¡Luis Miguel invita!
Cada uno brillante en lo suyo y siendo dos figuras por demás convocantes, es lógico que los egos hayan sido el reloj que marcara el ritmo de las vidas de Diego Maradona y de Luis Miguel. Esa sensación se sentir -y saber- que con solo un chasquido de dedos alcanzaba y sobraba para conseguir lo que quisieran llevó a que las vidas de ambos íconos se convirtiera en un desfile de excesos de todo tipo y de escándalos que se sucedían en simultáneo a sus éxitos.
Y aunque cada uno brilló en lo suyo, en varias ocasiones la vidas de Luismi y de Diego se cruzaron, y los resultados fueron realmente memorables. Hace unos años, en TyC Sports, el ex representante y amigo de Maradona, Guillermo Coppola recodó -fiel a su estilo para contar anécdotas- el día en que Maradona fue invitado especialmente para presenciar un recital del cantante mexicano. Fue en 1994, Diego llegó tarde al lugar y se encontró con que no le habían dejado los mejores lugares -sus lugares estaban reservados en la fila 4-.
En aquella ocasión Diego había viajado a Pachuca para participar del Mundial de Fútbol Rápido, un evento promocional y marketinero y que encontró en Maradona un pilar fundamental para la promoción. Y el director de ese club de fútbol mexicano -apodado Los Tuzos- invitó a Maradona al recital que por aquellos días Luis Miguel dio en esa ciudad.
Según rememoró Coppola, Diego hizo gala de su fama de impuntual en aquella oportunidad, por lo que llegó al estadio cuando Luis Miguel iba ya por la cuarta o quinta canción. Y como todo estaba lleno, le asignaron un lugar en la cuarta fila, algo que a Maradona no le cayó demasiado en simpatía y había decidido retirarse antes de siquiera acomodarse.
“¿A dónde querés ir? Ya estamos acá, vamos a comer. Tranquilo”, intentó convencerlo Coppola. Y lo logró. Claro que ese cambio de actitud no salió nada barato, y quien debió costearlo de su bolsillo fue el mismísimo Luis Miguel. Y es que, al ser invitados especiales, lo que consumieran corría por cuenta de la organización del evento.
“Éramos cuatro y no podíamos tomar tanto champagne (pidieron 13 botellas). Entonces Diego empezó a servir en las mesas vecinas. A todo esto, Luis Miguel cantando, y Diego parado, sirviendo el Cristal que le iba a hacer pagar más tarde a Luis Miguel. Ya iban ocho botellas, que debían valer 8.000 pesos cada una, o hasta 10.000”, rememoró Coppola -entre risas- sobre aquella inolvidable noche. “Fuimos al camarín, le dejamos la cuentita, dejamos saludos y nos fuimos. Ni lo vimos. Lo vimos cantando, festejamos, aplaudimos”, cerró Coppola sobre la forma en que hicieron llegarle la cuenta al cantante.
Un detalle para nada menor fue que el monto a abonar por los consumos de Diego Armando Maradona superó los 4.000 dólares.
Hicieron las paces
Luego de este primer encuentro entre Luismi y Diego, una extraña forma de presentarse y que de seguro no olvidaron nunca ninguno de los dos, ambas figuras pudieron recomponer su relación. O, al menos, encarar otros encuentros con el pie derecho.
En ese sentido, hay varias fotos de Diego y el Sol de México, posando uno al lado del otro, abrazados y sonrientes.
El propio Coppola, en esa misma entrevista en TyC, destacó que la relación entre ambos cracks quedó afectada por este episodio, aunque luego lograron hacer las paces. “Después, con el tiempo, recompusimos relaciones. Diego es así, va al frente pero después se acomodan las cosas”, cerró el ex manager y amigo del futbolista.