Así lo comentó el mismo Luisito cuando fue entrevistado, para contarle a sus fans que lo siguen desde 2010 como va todo en su vida. A pesar de que su nombre completo es Luis Zerda, en su Instagram lo conocen “Luisito de Cuestión de peso”, y es allí de donde muchos se enteran sobre sus avances y frustraciones. Luego de volver a Las Parejas, Santa Fe, logró lanzar su primer emprendimiento, pero sin obra social no puede comenzar un tratamiento que le permita bajar los 120 kilos que necesita perder para poder someterse a una cirugía bariátrica.
Es por sus problemas económicos que el hombre de 36 años confiesa que ha descuidado totalmente su salud. “Es un tema que tengo bastante descuidado. No estoy en tratamiento, no tuve respuesta positiva”, dijo algo triste. Incluso cuenta que, con la pandemia, trató de hacer un tratamiento virtual: “A mí no me está sirviendo eso, no lo pongo en tela de juicio pero a mí no me funciona. Tengo que esperar a que esto pase para poder hacer algo”.
Un gran problema de salud
Luisito sufre de obesidad mórbida y por esa razón, antes de acceder a la operación que podría cambiarle la vida, debe tener un estricto tratamiento que le ayude a bajar 120 kilos. “No es que yo no vaya a atenderme porque no quiera. Salvo que haya instituciones que te reciban para internarte y que te brinden un nutricionista, psicólogo, pero ningún lugar lo hacen porque tienen miedo de que rompas la cama, no hay aparatos, o la silla de ruedas y las camillas no están en condiciones, es difícil”, explicó sobre los problemas que tiene en su ciudad natal. Incluso contó que hace un año está esperando un turno en el hospital.
La situación de Luisito se hizo más conocida cuando sus dos ex compañeros, Marcos Rodo y Pablo Bragale, hicieron una movida por las redes para que muchos supieran que había sido la vida de su amigo.
De que se trata el nuevo emprendimiento de Luisito
“Un saludo para la gente de mi Instagram que sé que se preocupan por mí. Estamos encaminados, estoy con muchos proyectos”, contaba en una de sus publicaciones. “Tengo un amigo que hace ojotas, gomones de niño y dama y la idea surgió porque él está hace un año y me había dicho que fuera a trabajar con él, pero no yo le daba pelota. Ahora me decidí y soy uno de los vendedores”, explicó entonces a Teleshow sobre el nuevo emprendimiento que ocupa gran parte de sus días.
“El proyecto nace porque vi la posibilidad de hacer algo que está a mi alcance, él (su amigo) me tendió una mano, me dijo que fuera a Buenos Aires para ver la producción. Y ahora... ¡hay que vender el producto!”, dijo sobre el único ingreso que recibe hoy.
Además, espera emocionado que finalmente le entreguen las llaves de la casa que comenzó a construir cuando recibió el premio en el programa Quien quiere ser millonario. “Lo más importante es que ya tengo un techo donde poner mi cabeza”, dijo luego de explicar que todavía no tiene un baño.