Jésica Cirio sabe muy bien cómo manejar las redes sociales y cada vez que comparte algún contenido es aplaudida por todos. La modelo acostumbra publicar sus juegos con Chloe, sus entrenamientos y sus poses sensuales que siempre cosechan miles de me gusta.
Por supuesto, que ella sabe muy bien cuáles son sus mejores atributos y por eso los deja en primer plano cada vez que tiene oportunidad. Esta vez, publicó dos fotografías en su cuenta de Instagran donde la vemos con un traje de baño y sus seguidores pudieron admirar sus perfectas curvas.
Posando frente a la cámara, Cirio contó que está lista para el verano luciendo su espectacular cola y las repercusiones no tardaron en llegar. “Lista para que arranque el verano”, escribió Jésica junto al posteo donde la vemos con una bikini con flores y un piluso verde completando un look muy canchero.
A diez años de su enfrentamiento mediático, Horacio, el papá de Jésica Cirio quiere recuperar a su hija
Hace diez años, en el momento más mediático de Jésica Cirio, su padre le causó más de un dolor de cabeza. Horacio, conocido como “Don Cirio” le reclamaba dinero y hasta reveló datos de su vida privada que la modelo no quería que salieran a la luz. Tanto es así que cortó todo vínculo con él y ni siquiera lo invitó a su casamiento con Martín Insaurralde ni le presentó a su hija Chloè (4).
Pero ahora, el hombre que se gana la vida vendiendo churros quiere recuperar a su hija. “No le encuentro explicación a la enemistad tan prolongada con mi hija. Yo estoy seguro de que no le hice nada grave más que salir en los medios”, dijo en una entrevista con Mitre Live.
Y aseguró que la exposición que tiene la conductora de La peña de Morfi hace que la distancia sea más compleja. “No sé si para ella fue un bochorno o no, pero tan grave no fue. Ya van diez años que dejó de hablarme y no es fácil…no es una hija que la dejás de ver y no la ves más, la veo en todos lados, en una revista, en internet, en la televisión”, explicó.
También, el hombre manifestó sus ganas de conocer a la pequeña Chloé: “Tengo muchas ganas de verla y sinceramente pedir como corresponde un régimen de alguna visita. A veces lo pienso y digo pero, ¿si ellos no me quieren ni ver, los voy a obligar a algo por ley? Cuando ella crezca, yo supongo que va a preguntar ¿qué pasó con mi abuelo? Y no sé que le van a decir”.