MasterChef Celebrity comienza a dar los primeros esbozos de la recta final, por eso en cada nueva gala los desafíos son más difíciles y las recompensas mayores. Antes de empezar formalmente con el plato que debían armar, el conductor Santiago del Moro les informó a los concursantes que debían superar una pequeña prueba, que terminaría teniendo un premio especial para quien la superara. Pero toda la atención terminó desviándose a un nuevo encuentro entre Leticia Siciliani y Germán Martitegui. La joven había vuelto a encontrar al jurado en sus sueños.
Los participantes debían, en dos minutos, estirar lo que más pudieran un bollo de masa de pizza, quien consiguiera el diámetro más grande conseguiría un beneficio especial para el verdadero reto de la noche: una pizza dulce, con dulce de leche obligatorio en su base.
Siciliani no entendía mucho cómo reaccionar a esta loca idea ni sabía cómo imaginar una pizza que no llevara queso encima. Entonces su “padre onírico”, Martitegui, le terminó dando algunos consejos. La química iba y venía de forma natural entre ambos. Entonces fue Damián Betular quien intervino con una pregunta que la descolocó: “¿Soñaste con alguien hoy?”.
Sus compañeros no fueron de gran ayuda, comenzaron a gritar a los gritos que sí y a insistir que lo contara en cámara. “Ah, y lo saben todos”, dijo el jurado sorprendido. Sofía Pachano reveló que nuevamente se trataba de Martitegui, a lo que Betular agregó la pregunta clave: “Genial, el protagonista es el mismo. Pero ¿evoluciona o seguimos con la misma relación? ¿Sigue siendo tu papá?”.
La participante se terminó sincerando: “Si, sigue siendo mi papá… Pero tenemos otra relación. ¡Pero no! Es todo familiar. Ay, la psicóloga lo que me va a cobrar”. Y por primera vez, el jurado mencionado como “el padre” la apoyó diciendo en broma: “Perdón, y la mía… Lo que va a cobrar a mí ahora”.
“¿Nunca te paso una receta en el sueño? Porque yo quiero saber, el mundo está hablando de esto y me parece una falta que no me digas”, dijo entonces Germán. Riendo, Leticia contó un poco más de su sueño: “No pasa nada turbio, pero lo que me dice es que él no puede sentirse humillado porque yo soy la hija de un chef”. Betular largó al final para dejar picando: “Ahhh… ¿Lo hacés quedar mal en el sueño también? Ah. Ok”.