La primera batalla entre Kim Kardashian y su exesposo Kanye West respecto a su mediático divorcio tendría un ganador. Es que de acuerdo con lo que informa US Weekly, la estrella de los realities se quedará con la casa de la pareja, valuada en US$52 millones, en el barrio de Hidden Hills en Los Ángeles, Estados Unidos.
Una fuente cercana a Kardashian le dijo a la revista que “ella hizo su vida allí y es el hogar principal de sus hijos”. “Nunca hubo dudas sobre el tema: Kim se quedaría con la casa”, aseveró.
La pareja tiene una fortuna total de aproximadamente 2,6 mil millones de dólares. Juntos se mudaron a la casa en cuestión en 2017, después de que se completaron grandes remodelaciones. Desde ese momento, fue la residencia principal de Kardashian y de los cuatro hijos de la pareja: North (7), Saint (5), Chicago (3) y Psalm (21 meses).
Mientras Kim se quedaba en el hogar de Hidden Hills con los niños, West solía pasar la mitad del tiempo en el rancho de la familia de 18 millones de dólares, en Wyoming. Se cree que hacia el final del matrimonio de seis años, el rapero vivía a tiempo completo allí.
La residencia de Los Ángeles fue comprada por la pareja en 2014. Se invirtieron tres años y 26 millones de dólares en renovaciones que supuestamente fueron supervisadas por West. Sin embargo, según Page Six, si bien la casa es una creación del artista, es Kardashian la dueña de la tierra.
Aunque no se trate de la primera vez que hablan de una separación, US Weekly señala que “esta vez es mucho más serio”. Kim solicitó el divorcio el 19 de febrero y se cree que la separación fue amistosa.
