Tras la dolorosa muerte de Mauro Viale, a los 73 años de edad, el mundo de la televisión argentina está de luto. Él, que fue relator, periodista, cronista, conductor y showman, que mostró una nueva forma de hacer televisión para los argentinos. Muchos lo reconocen como lo que fue, uno de los mejores productores.
Incluso en el último tiempo continuaba buscando proyectos, y eso mismo contó su viejo amigo Chiche Gelblung, cuando daba inicio el programa “La Pura verdad”, que Viale conducía. “Nos quedó pendiente y se lo debo”, dijo el conductor. “Íbamos a poner juntos una escuela de productores de televisión. Teníamos esa idea porque pensamos que están quedando pocos que sean buenos”, explicó en vivo sobre el último e innovador sueño de Mauro Viale.
“A veces piensan que ser productor de un programa es levantar un teléfono y hacer llamados para conseguir notas, pero nada que ver”, explicaba el periodista. “El productor es una figura clave. Es el que piensa cuáles son los temas que interesan, por dónde va la noticia, qué vuelta se le puede dar a las cosas. Y los dos veíamos que se iban terminando los buenos”, dijo sobre todas las variantes que atraviesan la profesión de un conductor.
Era un sueño que, como amigos y colegas, se habían planteado armar juntos, para mantener viva la televisión del país: “Estábamos muy embalados los dos y en un primer momento hasta pensamos en habilitar unas oficinas que tengo, pero a él no lo convencía mucho que son muy céntricas. Nos quedó pendiente y yo trataré de llevarlo adelante”. ¿La razón?: “Porque era su última locura”.
La obsesión de Mauro Viale
Según contó también el periodista, el recién fallecido conductor “estaba obsesionado con el Covid, y eso es bastante perjudicial para la salud, sobre todo para la salud mental. Tanto miedo le tenía y al final se lo terminó llevando”. Y agregó: “Era un miedo raro, porque estaba obsesionado pero seguía trabajando todos los días”.
En uno de los últimos mensajes, Chiche le preguntaba por su salud, y hoy se da cuenta por qué nunca recibió respuesta de su amigo. “A las 11:57 de ayer le mandé un mensaje porque me dijeron que estaba saturando mejor y que lo llevaron a una sala común. Le pregunté cómo estaba y cuándo iba a volver, pero ya no me contestó”, contó.