Hace días, Raffaella Carrá, a sus 78 años, pasó a la inmortalidad tras padecer una tremenda enfermedad. La cantante nunca se casó ni tuvo hijos y es por eso que ahora todos los italianos están pendientes sobre su herencia. Ella era una persona muy organizada e igualmente dejó escrita su voluntad en un testamento aún no desvelado.
Además de sus inversiones en términos inmobiliarios los herederos de Carrá deberán ver su mayor patrimonio, su catálogo musical. Según especulan, los principales herederos de una fortuna estimada en millones de euros serán sus sobrinos, Matteo y Federica Pelloni, hijos de su hermano Renzo, quien murió en 2001. Aunque también habría una donación a entes benéficos o la inclusión de otros beneficiarios.
Según Caras, en una revista española destacaron que la vida no excluyó que en el testamento puedan incluirse las tres hijas del autor televisivo Gianni Boncompagni, el primer gran amor de la gran bailarina y conductora.
Por otro lado, en el escrito además podría aparecer su segundo amor durante 16 años, el coreógrafo Sergio Iapino, quien anunció, el lunes de la semana pasada, la muerte de Raffaella y quien se encargó de que se ejecutaran sus últimos deseos.