Hace tiempo que Jésica Cirio decidió cambiar su perfil en los medios. Dejó las plumas y su trabajo de vedette para enfocarse en su carrera como conductora de televisión, ya sin tantos escándalos, y abandonó los bailes sensuales como los que hacía en el Bailando para enseñar Zumba.
Sin embargo, nunca dejó de trabajar como modelo. Y en una reciente campaña de trajes de baño, la esposa de Martín Insaurralde demostró que sigue teniendo uno de los mejores cuerpos del país. La rubia posó con una bikini diminuta en tonos rosas que dejó a más de uno sin respiración y cosechó miles de “me gusta” y comentarios positivos.
Pero además, con una simple imagen desmintió los rumores que circulaban ante su despampanante físico. En su época de mayor exposición, su figura llamaba la atención. Sobre todo, el tamaño de su cola. Y muchas de sus colegas aseguraban que era “irreal”, que se había puesto implantes en los glúteos o se había sometido a una intervención con hilos tensores para levantar el músculo.
Cirio negó las versiones un centenar de veces y explicó que más allá de que la genética la acompaña, siempre entrenó y se enfocó en esa zona de su cuerpo. A los 36 años, está claro que la rubia luce una silueta natural pero trabajada y además disfruta de compartir los ejercicios que hace a diario en sus redes sociales.
