Alex Caniggia se apropió la gala de eliminación de MasterChef Celebrity 2 de la forma en que mejor sabe: generando polémica y nunca quedándose callado. Ni bien empezado el último episodio del reality culinario, donde los participantes seleccionados llevaban encima el delantal negro y tenían riesgo de eliminación, el mellizo de Charlotte se metió con la decisión del jurado para la prueba.
Según lo que les anunciaron, los participantes debían esmerarse para preparar el mejor pastel de papa posible. Estaba en sus derecho el hacer algún cambio que creyeran convenientes a lo que llamaron “un clásico argentino”. Pero Alex no se mostró contento con la propuesta.
“Levante la mano al que le gusta el pastel de papas”, dijo Germán Martitegui, a lo que Caniggia fue el único sin levantar. “No va el pastel de papas, es de ‘barat’”, dijo el mediático. Y después de explicó: “No es comida high. No es como el caviar, el salmón, todas esas cosas”. Tal como lleva tatuado en su mano, Alex siempre es muy “High Society”.
Fue la repetida palabra del participante lo que le mereció una imitación del jurado. Cuando Alex le consultó por la mejor combinación, si pollo o cordero, el mismo Martitegui le dijo: “El pollo es barat...”. Y por primera vez, el mediático se quedó sin palabras. “El cordero es high society”, le siguió el juez. “Pero tarda más”, se excusó el participante, al que no le quedó otra opción que ingeniárselas con el cordero.
Trampa bajo la manga y un saludo especial
Siempre atento en el salón que conduce, Santiago Del Moro enganchó a Alex Caniggia in fraganti, cuando en medio de su compra por el mercado el mediático quiso quedarse con más de lo que le correspondía. El tiempo había dado límite y Alex ya no podía quedarse con la última papa que había seleccionado.
Cuando ya le llegó el turno de presentar su plato (para nada “barat”) frente a los jurados, el hijo del exjugador de fútbol dedicó su plato al mismo Papa Francisco. “Pastel del Papa”, dijo ante la consulta del nombre. “Saludos a Francisco. Mi pana”, explicó, para luego besar la cruz que llevaba colgada. Al final, sus croquetas, aunque de buen sabor, no dieron con la clasificación. Su pastel por otra parte, fueron todo un acierto. Las mismas caras de los jueces decían todo sobre sus preparaciones.
