Fabiana Cantilo reveló algunos secretos sobre la relación con Fito Páez. Si bien confesó que estaba enamorada de él, admitió que no fue el amor de su vida.
Según la revista Pronto, Fabiana Cantilo afirmó que recuerda con mucha alegría la época en que fue novia de Fito, advirtió que mantuvieron un vínculo de idas y vueltas en la relación. “Fue tremenda esa relación. Nos enamoramos como un espadachín del castillo que rescata a la dama. Un delirio total. Hoy tenemos linda relación pero en ese momento era un delirio”, expresó la intérprete.
Cantilo señaló que la relación no funcionó porque tenían peleas constantemente, probablemente por la inmadurez las diferencias se acentuaban. No obstante, la cantante aseguró que actualmente superaron cualquier roce luego de terminar definitivamente y mantienen una buena relación.
“Nos peleábamos, nos amigábamos. Yo pintaba la casa, después me iba. Él me dijo que le hice componer unos temas divinos. Llegaba tarde. Era muy salidora”, detalló.
Con una mirada en el pasado y analizando el presente de la compositora, aseveró que si bien había romanticismo y quedó un buen recuerdo, “Fito no fue el amor más importante de mi vida”. En este sentido, Cantilo indicó que para ella el músico representó en su vida “un estilo de amor muy lindo de su parte pero de mi parte estaba trastornada”.
“Lo amaba como platónicamente yo. Fui rara, muy asexuada. Los hombres quieren otras cosas, no sé si me explico”, contó. Es que, la cantante se autodefinió como celosa y posesiva por aquella época. “Yo no me podía relacionar con el amor en las parejas. Me conectaba con los celos y la posesión. Es un plomazo eso. Hace siete años que estoy sola y limpia. Si viene alguien, que no moleste”, confesó.
Finalmente, le dedicó a su amor del pasado unas palabras con las que identifica ese vínculo del pasado. “A Fito lo definiría con la palabra amor. El Páez tuvo unos huevos de oro. No me da ni pelota ahora. Pero justo está con su autobiografía y está escribiendo una parte en la que estoy involucrada, entonces me llamó y me escuchó. Yo le daba data. ‘No puedo creer que me estás escuchando’ le decía yo”.