Eva de Dominici celebró el primer cumpleaños de su hijo, Cairo, fruto de su relación con el músico y productor español Eduardo Cruz. Lo hizo con una tierna foto en una playa de California, Estados Unidos.
Para acompañar la imagen, la actriz expresó: “Un año atrás me convertía en la mamá de esta maravilla. Feliz primer año, Cairo”.
En la postal se puede observar a la actriz llevando un traje de baño en color negro y el bebé se mantiene fresquito solo con su pañal. Además ambos utilizan sombreros para resguardarse del sol.
Recordemos que Cairo nació el 6 de octubre del 2019, meses después de que se confirmara el romance de la protagonista de Sangre en la boca con el hermano de las actrices Penélope y Mónica. Al poco tiempo de comenzar su relación, ella decidió instalarse en la ciudad de Los Ángeles y apostar a esta familia que hoy ya tiene tres integrantes.
“Cairo nació en el Centro Médico Cedars Sinai de Los Ángeles. Fue un parto soñado, a pesar de que mi familia no pudo acompañarme. Mi papá tuvo un problema personal y días antes, a mi mamá le encontraron un aneurisma. Se podría haber muerto. Fue muy movilizante todo lo que me pasó al mismo tiempo. La única que pudo venir fue mi abuela, que vive en Lanús y nunca había viajado en su vida”, le contó hace unos días a la revista HOLA! en una entrevista exclusiva.
“Tanto la mamá de Edu, Encarnación, como mi abuela, me acompañaron muchísimo. Me cocinaban, me llevaban a los controles, fueron muy importantes porque yo estaba preocupada por mi mamá, que estaba recién operada y tan lejos. Los primeros días del nacimiento de Cairo me sentía huérfana. Lloraba todas las noches. Por más de que estaba acompañada, necesitaba a mis papás. Pero por suerte, tuve mucha contención”, aseguró.
Durante la nota, la actriz también reflexionó sobre lo dura que puede llegar a ser la maternidad: “La maternidad es una aventura que la pintan muy romántica, pero no lo es. Y está bueno decirlo porque es un engaño. Uno tiene que saber que existe la depresión posparto. En un momento pensé que la estaba atravesando porque no paraba de llorar, pero en realidad es muy fuerte todo lo que te pasa. Tenés una nueva persona en la casa, sentís que la arrancaron de tu panza, pasás a tener una responsabilidad enorme y le tenés que dar toda la prioridad porque se lo merece. De afuera se puede ver todo color de rosa y yo no me quejo porque tengo una vida hermosa, pero qué tema la maternidad. Por suerte, Edu me ayuda muchísimo. Todo es un aprendizaje”.