Laura Bozzo es buscada intensamente por la policía mexicana desde la semana pasada. Sobre la famosa conductora de “talk shows” pesa la orden de un juez que ordenó su captura luego de que no se presentará la semana al recibir una pena de prisión preventiva por un presunto delito fiscal.
En medio del caos y la sorpresa reinante en México por la noticia, la Fiscalía General de México no tardó en solicitara la Interpol una ficha roja para buscar a Laura Bozzo en más de 190 países y presentarla ante el juez mexicano.
Todo este procedimiento se activó cuando Bozzo no ingresó voluntariamente al penal de Santiaguito, en el municipio de Almoloya de Juárez, en el céntrico Estado de México, para lo que tenía como plazo hasta el pasado viernes a las 16.00 hora local (21.00 GMT).
El delito fiscal que se le imputó a la presentadora sobrepasa los 12 millones de pesos (602.004 dólares) al vender un inmueble embargado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y se le impuso prisión preventiva.
El embargo en cuestión pretendía garantizar el cumplimiento de una deuda por 13.769 millones de pesos (690.750 dólares) y al intentar comercializarlo cometió una falta grave en el delito de “depositario infiel” por el que podría ser penada con tres a nueve años en prisión.
Argumentando problemas de salud, Bozzo promovió un amparo, por medio de sus abogados, con el objetivo de obtener una suspensión provisional que impidiera su captura.
Un tema no menor, es que Laura solicitó un acuerdo reparatorio para pagar un adeudo fiscal y evitar con ello su llegada a la cárcel.
Con esta nueva pena, se suma una más a la lista de conflictos que Bozzo tiene que afrontar con el Estado mexicano. En 2018 fue acusada de evasión fiscal por 17 millones de pesos (853.007 dólares), al no haber pagado varios impuestos. En esta oportunidad la mujer dijo ser muy desordenada en tema impositivos.