Martes por la noche y daba inicio una nueva jornada de MasterChef Celebrity pero recargada con la vuelta de caras que hace tiempo habían dicho adiós. En la revancha de los eliminados, volvieron los siete concursantes que desde la primera semana del programa quedaron fuera a causa de sus platos. Pero coincidió con el retorno de un personaje más importante, al menos para un público expectante que quería volver a ver su cara en pantalla: Germán Martitegui se reintegró al plantel de jurados, junto a Donato de Santis y Damián Betular.
“Volví distinto”, dijo el chef que fue reemplazado por Dolli Irigoyen durante su aislamiento por resultado positivo en Covid-19, cuando el conductor Santiago del Moro le recibió con una bienvenida. Los concursantes se sorprendieron viendo cómo iba de isla en isla ayudando a los participantes, pero en cierto momento, Rocío Marengo le hizo un reclamo.
Los eliminados enfrentaban una “noche de vísceras”. Hígado, corazón, criadillas, ubre, riñón y lenguas de cordero eran los ingredientes principales. “Vine para quedarme”, dijo Marengo segura de sí misma y el resultado que podría lograr para recuperar un lugar en el programa. En un principio, la balanza estaba de su lado cuando recibió, junto al “Mono” Kapanga, el beneficio “Roban y nadie grita”, que los incitaba a quitar un ingrediente de la mesa de cada uno de sus compañeros. El músico procuró hacer el menor daño posible, pero Marengo se propuso complicar el objetivo de sus colegas. Aprovechando que le había tocado el corazón, el “Mono” pasó al lado de Rocío y señalando el plato le tiró un palo: “Esto es lo que te falta a vos, Marengo”.
La noche se terminó complicando para la modelo al presentar su plato, Lengua Karateka, frente a los jurados. “Empezás a describir tantos ingredientes que es imposible que aparezcan en el plato. Capaz que un poco menos, con un poco más de atención, haría que quede un poco más sabroso”, criticó Martitegui.
Pero entonces, la modelo le consultó mirándolo a los ojos: “¿Me quiere usted?”. Sorprendido Germán le dijo: “¿Cómo?”. Rocío le repitió: “¿Si me quiere a mí?”, pero consiguió un incómodo silencio como respuesta. “Piénselo, no se apure”, dijo dejando al chef en un apuro. Mientras en detrás de cámara se la podía ver declarando: “Yo noto que él tiene preferencia por determinados compañeros”.
Después de “acusarlo” en público, el jurado fue tajante y le contestó sin inmutarse: “No, para nada. Cien por ciento que no tengo ningún favoritismo a la hora de probar nada”. “Es bueno saberlo, gracias”, terminó Marengo. Frente a la consulta del conductor, la modelo se expresó: “Hay una realidad y es que yo siento que en el último reto me apagué. Y que a veces me hago un poco la cabeza pensando que algunas devoluciones son un poco favorables para algunos de mis compañeros”. Fue Betular entonces quien le respondió sin dejar más lugar: “Es un problema a resolver tuyo, no nuestro, si vos crees eso. Porque, acá, es igual para todos”.
El mejor plato de la noche terminó siendo el del “Mono”, cuyo corazón superó las preparaciones de sus compañeros y le permitió subir al balcón junto a Iliana Calabró, la primera ganadora del lunes.