Mientras muchos proyectos que habían quedado en pausa por la irrupción de la pandemia vuelven a ponerse en marcha, Sharon Stone recibió una importante propuesta laboral. Y aunque la aceptó, hay algunas cuestiones relacionadas a los contagios de Covid-19 que la preocupan. En consecuencia, tomó un importante decisión: no volverá a pisar un set de filmación hasta que todos sus compañeros estén vacunados para preservar tanto su salud como la del resto de los trabajadores.
Pero esta determinación le trajo serias consecuencias, ya que denunció que recibió amenazas. “¿Iré a trabajar antes de que todo el mundo en la serie esté vacunado? No, no lo haré. ¿Me están amenazando con hacerme perder el trabajo? Sí, lo hacen. ¿Perderé mi trabajo si no se vacuna a todo el mundo en la serie? Sí, podría hacerlo”, manifestó en un video de su campaña para ser elegida como miembro de la junta directiva del SAG-AFTRA, uno de los sindicatos más fuertes de Estados Unidos.
Y continuó: “¿Intentaré por todos nosotros que todos los sets a los que vayamos tengan al equipo vacunado? Sí, lo haré. ¿Por qué? Porque es ridículo que tengamos que ir a trabajar donde no es seguro hacerlo”.
Sharon Stone atravesó graves problemas de salud
La protagonista de Bajos instintos se preocupa mucho por su salud. Y no es para menos, dado el historial clínico que posee. En 2001 sufrió un derrame cerebral que le cambió la vida. “Todo mi ADN cambió. Mi cerebro no está sentado donde solía, mi tipo de cuerpo cambió e incluso mis alergias a los alimentos eran diferentes “, explicó en una entrevista.
Ese mismo año, volvió a entrar al quirófano para someterse a una mastectomía para que le sacaran un tumor benigno de gran tamaño y, sin su consentimiento, el cirujano que la atendió le puso implantes más grandes de los que había pedido para reconstruirle el busto. Por este motivo, la actriz tuvo que operarse de nuevo. Y no fue fácil volver al ruego luego de estos episodios, ya que ella misma denunció que solo le ofrecían papeles secundarios en series y películas.