El perro de Ángel de Brito podría ser usado como un detector de famosos, ya que dependiendo del nombre que escuche ladra demostrando que no le agrada. Cuando el conductor de Los ángeles de la mañana (eltrece) fue entrevistado por El espectador (CNN Radio), Chester lo acompañaba y mostró que es un defensora de su dueño.
Desde la muerte de su perrita Olaf, ambos se han mantenido muy unidos, incluso el conductor se expuso a las críticas cuando lo sacó a pasear, rompiendo el aislamiento estricto que había ese momento. Pero parece que su vínculo ha llegado tan lejos, que su mejor amiga hasta ladra cuando se menciona a esta famosa, con quien el periodista en realidad no mantiene una buena relación.
“A Chester, (el perro de Ángel de Brito) parece qué no le agradan algunas figuras, cómo Luli Salazar ya qué ladra cuándo las mencionan”, decía en el mensaje del Twitter oficial de LAM cuando les pasaron el audio que lo comprueba.
“Y viste escucha a Luli y ladra. No sé por qué será, si es por su faceta de cantante no sé cuál de todas. Pero no le está gustando. Hasta ahora se quedó callada, estaba al lado mío y empezamos a hablar de Salazar y ladra”, se puede escuchar al periodista justificando a Chester, que no paraba de ladrar con el nombre de la ex de Martín Redrado.
“Es automático… Seguí nombrándome gente a ver si ladra”, le dijo entonces a la conductora de El despertador. Pero a pesar de que nombró a Viviana Canosa, Luis Ventura y Susana Roccasalvo, Chester no volvió a largar ladrido.
Ángel de Brito y su experiencia con el Covid-19
“Buenas, me voy aislar preventivamente. Estuve anoche con alguien que hoy tiene algunos síntomas compatibles”, fue el anuncio que hizo hace algunos días el periodista por sus redes. Pero en la misma entrevista, confesó que la está pasando bastante mal.
“La verdad... dormí pésimo. Me puse ansioso y en un momento me llené de nervios. Por suerte físicamente me sentí muy bien, pero en un momento se hace muy largo. Además, creo que influyó ese cambio tan potente de horario porque el domingo me acosté a cualquier hora y me levanté dos o tres horas antes que de costumbre”, explicaba.
“Ordené, limpié, hice 9.000 cosas mas, miré todas las series que había dejado pendientes pero llega un momento que no sabés qué hacer”, dijo ya aburrido y cansado, sin nuevas actividades en el encierro. Al menos el divertido episodio de Chester lo distrajo un rato.