Cuando Sabrina Rojas y Luciano Castro se casaron en secreto en 2015, con ya dos hijos juntos y un amor inquebrantable, todos quisieron saber los secretos de este fuerte amor. Poco a poco con los años, cada uno de ellos ha ido revelando los detalles al conocer al amor de su vida. Pero en Podemos Hablar, la modelo hizo una revelación que sorprendió a todos los presentes, sobre un amor platónico en el inicio de su adolescencia.
Cuando la madre de Esperanza y Fausto fue consultada sobre ese amor imposible con el que se empieza a fantasear desde joven, tuvo que reconocer que lo había visto por primera vez en un viaje a Buenos Aires. Este actor era parte de la obra de teatro Jugate conmigo cuando ella lo vio desde lejos en el escenario.
“Cuando él estaba en ‘Jugate...’ soñaba con él. Yo tenía 11, 12 años”, dijo en el piso de PH, para continuar: “y nunca me imaginé que después iba a ser mi marido”. Era el mismo Luciano Castro el actor con quien soñaba la mendocina.
“Yo venía de Mendoza y justo estaban haciendo ‘Jugate...’ en el Gran Rex y fui a verlo. Estaba re lejos, lo vi chiquito”, explicaba Rojas. Aunque en realidad ellos se conocieron muchos años después, queda claro que existen algunas personas que están destinadas a estar juntas. Porque a pesar de los años y algunas crisis de pareja que han enfrentado, se han mantenido unidos.
“Lo mejor que hice fue el casamiento secreto, porque no se enteró nadie, de verdad. Si vos querés, te casás y no se entera nadie”, explicó ella sobre lo que considera la mejor decisión de su relación.
Las lágrimas de Luciano Castro al hablar de su historia de amor
Justo unos días antes, el actor también había sido parte del ciclo de Andy Kusnetzoff y en el mismo piso confesó que Sabrina Rojas y su familia eran “lo mejor que hice en mi vida”. Incluso se emocionó hasta las lágrimas cuando en una pantalla le mostraron una foto en donde se veía a la modelo con los dos hijos que tenían juntos y a su hijo Mateo, de una relación anterior.
“Cuando la conocí a Sabrina le dije que nos íbamos a casar cuando ya tengamos hijos y una familia constituida. Le dije que lo íbamos a hacer al revés”, dijo, tal vez encontrando allí el éxito de su relación. “Ella estaba segura de que nunca nos íbamos a casar, pero nos casamos”, dijo riendo sobre la sorpresa de su mujer ante la propuesta.